El Palau de les Arts de Valencia, a punto de inaugurarse el próximo 9 de octubre, Fiesta de la Comunidad, ha sido recubierto por fuera y parcialmente por dentro con 20.000 m2 de trencadís, trocitos de azulejos recompuestos, muy utilizados por el modernismo. Las primeras composiciones están a la entrada de la Finca Güell, proyectada por Gaudi en 1.885. En el Parque Güell realizó preciosos trencadís en 1.914 con formas vegetales y animales.

     El Hotel Palace de Madrid, de 1.912, fue el primer edificio de la capital con estructura de hormigón  armado, elemento pesado, que Santiago Calatrava ha convertido en casi etéreo. En sus obras vemos cemento, acero y cristal, olvidando que, en los últimos años, las reviste con trencadís, obligando a los constructores, tanto en sus obras del Recinto Olímpico de Atenas, como en el Puente de California, la Ópera de Tenerife, el Palacio de las Artes de Valencia y la futura Estación en World Trade Center de Nueva York, que lo haga determinada empresa de Burriana. Su Director Juanvi, ex-concejal de Castellón, y su gente, constantemente viajan para solucionar problemas sobre las medidas. Quienes las realizan con sus manos son de distintas nacionalidades y unos miden en pies, otros en metros y muchas veces las mezclan. Definidas las medidas reales un potente programa informático realiza los planos en papel a escala real y sobre ellos se cortan las mantas a las que se adhiere el trencadís, en color blanco y azul cobalto, colores mediterráneos como dice y exige Calatrava.

     Las poéticas formas de sus obras hechas con feo hormigón, que al poco tiempo siempre parece sucio, se ocultan con el trencadís que lo decora y protege de las inclemencias del tiempo, la oxidación y las imperceptibles dilataciones. Así actúa el trencadís que fabricamos en nuestra provincia, queda adherido indefinidamente en las obras de Calatrava, hoy reconocido con premios que le otorgan en todos los países, como el Príncipe de Asturias 1.999.

     Nacido en 1.951 en Benimamet, a los 8 años se inicia en la Escuela de Artes y Oficios de Burjassot, a los 17 ingresa en Bellas Artes y al año siguiente en la Escuela de Arquitectura. Obtenido el título pasa de Valencia a Suiza donde se Doctoró en Ingeniería en 1.981. Con sus conocimientos técnicos resuelve los proyectos que crea como artista. Las formas orgánicas que aparecen en las obras de Gaudí, hojas, dragones, flores, Calatrava las traduce al lenguaje abstracto y se transforman en esferas, conos u otros volúmenes geométricos, para lograr la obra de arte. Todos sus conocimientos científicos, como arquitecto e ingeniero, no son más importantes que las técnicas de pintura o escultura que aprendió cuando estudiaba Bellas Artes.

     El Templo de Artemisa en Efeso, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, servía para el culto. La cúpula diseñada por Miguel Ángel corona el crucero de la Basílica de San Pedro en Roma. Las obras de Calatrava también tienen una función e igualmente son obras de arte. En su proyecto para el World Trade Center, un nudo de comunicaciones, ferrocarril, metro, etc., para cubrirlo ha diseñado una cúpula como las manos entrecruzadas de un niño que al abrirse forman las alas de la paloma de la paz, facilitando luz y aire fresco al interior de los 20 pisos subterráneos de la estación, logrando una obra bella, que es el fin del arte.

     El llamado “arte nuevo” no existe, solo es un discurso vacío, que apareció a consecuencia de las doctrinas de Gramsci, el teórico comunista, quien, reconocido el fracaso de la dictadura del proletariado, sustituyó la denominación de “marxista” por la de “progresista” y estableció, para conseguir implantar el marxismo, la necesidad de destruir todas las ideas que conforman la civilización occidental. Entre ellas el concepto la belleza. Pero mientras existan artistas como Calatrava y mientras la gente, desde que nace, pueda admirar la naturaleza, será imposible que la belleza deje de ser un concepto al que tiende el alma limpia de cualquier persona.

20 de septiembre del 2005, Diario "El Mediterraneo".