De noche y a escondidas
lunes, julio 31, 2006
Wenley Palacios

     En la tertulia de las 11’30 estaban comentando las noticias. “El que está muy enfadado es Enrique Nomdedeu” dijo Juan “el concejal del Bloc, que forma parte del equipo de Gobierno, quiere llevar al Juzgado a su Ayuntamiento, porque ha concedido una subvención de 1.800,- € a la revista RENOM de la Asociación Cardona Vives, defensora del valenciano auténtico. No puede permitir que otros piensen de forma distinta, ni que lo expresen. Por eso, su amada Cataluña ha inventado el CAC para perseguir a los medios de comunicación, como persigue a médicos y profesores para comprobar si escriben sus expedientes o dan sus clases o hablan con los padres de los alumnos en catalán, o en otro pérfido idioma, en cuyo caso hay que sancionarlos o apartarlos. Los catalanistas que tenemos aquí son comisarios políticos de la nada, porque el valenciano nunca ha sido catalán. Enrique Nomdedeu, como los demás concejales del Bloc, quieren que la Comunidad Valenciana ingrese en los inventados “países catalanes”, que nunca han existido, y dicen que hablamos catalán, despreciando las más elementales nociones de historia, literatura y filología. Juraron, al tomar posesión de sus cargos, defender la Constitución y nuestro Estatuto de Autonomía, por eso cuando niegan nuestras señas de identidad, faltan a su juramento y deberían ser cesados en sus cargos. Los social-nacionalistas niegan la libertad de expresión a los demás y, como los nazis, son expansionistas, quieren tragarse la Comunidad Valenciana y las Baleares. No discuten, ni aportan razones, sencillamente dicen “eso ya está decidido”. No admiten razones de ningún tipo, no les conviene porque no tienen argumentos para responder. Van hacía atrás, quieren estar separados del resto de España, volver a los tiempos de Carlo Magno, como los chicos de Quintana, en Galicia, dicen que descienden de los suevos. Se equivocan, descienden de los trogrolitas, no han progresado”.

 

     La perorata la cortó Roberto que entró exultante “Zapatero ha conseguido el Estatut, la otra noche pactó con Artur Mas”. Bernardino dejó la taza de café y citó el Evangelio de Lucas (22,35): “Esta es vuestra hora: la hora del poder de las tinieblas”. Roberto se quedó pasmado. “¿Por qué dices eso?”. Todos prestaron atención a la respuesta. “Es el acuerdo entre un oligarca catalán y el zurupeto que dispone de España como si fuera su cortijo. De noche, a escondidas, sin que se entere nadie, se han repartido un dinero que es de todos los españoles. Para ti tantos votos y para mi tantos dineros. Los propietarios del país y del dinero son todos los españoles, a los que no han preguntado si están de acuerdo con el bodrio pactado. Los dos, en su día, juraron la Constitución y defenderla como está o modificarla por el procedimiento que ella establece; y de un plumazo crean una nación nueva, a la que someten la española y destruyen la solidaridad, pasándose por la entrepierna el artículo 2 de la Constitución. Ya han reconocido que las comunidades más ricas, cada vez, lo serán más y las más pobres también serán cada vez, más pobres. ¡Menudos socialistas! Sorprende que ningún Ministro de Zapatero haya tenido la gallardía de dimitir. El de Defensa, en realidad Ministro de su propia propaganda, se ha llenado la boca hablando de unidad de España, pero cuando ha llegado el momento de defenderla, prefiere seguir con coche y avión oficial. No solo las Ministras son de cuota, también ellos. Eligieron la mitad chicos y la otra mitad chicas, decidió la entrepierna, no los méritos. ¡Así nos va con esa tropa!

 

     Pablo intervino: “El Consejo de Estado le ha dicho a ZP que va mal, que debe blindar las competencias del Estado y la solidaridad entre las Comunidad Autónomas. El Consejo del Poder Judicial también está en contra de su pacto y el referéndum propuesto por Rajoy les ha puesto a temblar, ya está el Rubalcaba bramando por las esquinas, porque hasta los socialistas podrán votar lo que quieran, en secreto. ¡Menudo susto!

 

31 de enero del 2006, Diario "El Mediterráneo".

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