Thomas M. Lauderdale conoció a China Forbes, la vocalista principal de Pink Martini, cuando ambos estudiaban en Harvard. Lauderdale, historia y literatura, y Forbes, pintura, literatura inglesa y teatro. Durante las madrugadas, ella interpretaba arias de Verdi y Puccini en su dormitorio del campus de Harvard, mientras él la acompañaba al piano.
Tres años más tarde cuando China Forbes vivía en New York escribiendo e interpretando canciones de folk-rock, Thomas tras graduarse "cum laude", le ofreció a unirse a Pink Martini, una banda de doce personas creada en Oregon, unida por el entusiasmo por los clásicos de la música internacional.
Los dos estudiantes comenzaron a componer y escribir juntos para la banda. Su primera canción "Sympathique" o "Je ne veux pas travailler", basada en un poema de Guillaume Apollinaire, logró un exito inmediato en Francia.
En "Amado Mio", otra canción del primer disco, la banda recrea con secuencias y planos originales, la esplendida gracia de Rita Hayworth en "Gilda", una oda memorable a la mujer fatal. El cabello llameante, la ingenua, alegre y mágica sensualidad, y la elegancia de sus movimientos, mientras canta con alegría, el incomparable compromiso de un amor eterno en un mundo de ensueño.
Ahora, mientras todavía resulta difícil apartar la mirada de las imágenes, admiro que la interpretación de Hayworth, quien bailaba en vodeviles con sus padres desde los seis años, fue tan seductora como inteligente. Y en la realidad, no encuentro comparación.