Tienes razón Maritere. Una Vicepresidenta del Gobierno, no está para que obispos y cardenales la tutelen moralmente. Ni tan siquiera para que nadie te aconseje qué trapito has de ponerte cada mañana y cada tarde. En lo social, vives sola o con alguien que no te acompaña en los saraos oficiales, y en lo político, estás muy por encima de Pepe Blanco, el campeón de las barbaridades. Se le puede perdonar porque no tiene estudios y eso se nota, pero, tu, Maritere, fuiste a la Universidad, incluso he leído en alguna parte, que tienes la oposición de Secretario de Juzgado, claro que de eso hace mucho, y parece que has olvidado que tus compañeros siguen dando fe en los actos judiciales. Desde que estás en política mientes más que hablas, eso si, poniendo carita de demócrata y proclamando ser la medida de lo que está bien o mal moralmente. Maritere, los ciudadanos tampoco admitimos tutelas morales, ni de ti, ni de tu Gobierno. Nuestros hijos tampoco, esos a quienes habéis condenado a estudiar el bodrio adoctrinador de Educación para la Ciudadanía, integrado en el peor sistema educativo, según las estadísticas de la Comunidad Europea.
Como buena socialista estás en la democracia de paso, hasta que se den las condiciones para instaurar la dictadura del proletariado, como dice Gramsci. La intentona de Lenin y Stalin fue un fracaso rotundo, sangriento y genocida, como la de Pol Pot, la de Mao y la de tus admirados Castro y Che Guevara, cuya biografía ha demostrado que era un despiadado asesino. Hay que buscar el momento oportuno, mientras, destruir, arrasar la cultura occidental. Burguesa la llamas tu. No me vengas presumiendo de demócrata, pareces Llamazares: “dime de qué presumes y te diré de que careces” dice el refrán. Pero volvamos a la tutela moral, que ni tu, ni los ciudadanos aguantamos. Perdona que cite a tus odiados Estados Unidos de Norteamérica, cuya Primera Enmienda a su Constitución dice que el Gobierno no tendrá una religión oficial; cualquier religión se practicará libremente; hay libertad de palabra y de imprenta; y el pueblo puede reunirse para pedir al gobierno la reparación de agravios. Dice más: sobre todo esto “El Congreso no hará ley alguna”. Díselo a Montilla y que desmantele el CAC, que censura a los medios de comunicación catalanes.
Ni tú, ni Javier Rojo, conocido metepatas, que también se ha sentido tutelado, podéis quejaros de la concentración de cardenales, obispos y cristianos, que con el aliento del Papa, ejercían la libertad de expresar sus ideas siguiendo el mandato de Jesús -“id y predicad la buena nueva (Mc. 16,15)”- y su derecho de reunión para pedir al Gobierno la reparación de agravios, pues, si a vosotros no os lo parecen, a los cristianos si.
Si te da nauseas leer la Constitución Americana, echa una mirada a nuestra Constitución, artículos 14 a 29. Nadie faltó el respeto al Gobierno ejerciendo sus derechos, tú nos faltas el respeto cuando falseas los hechos y niegas nuestras libertades.
22 de enero de 2007, Diario "Mediterráneo".