EL CAGANÉ
viernes, noviembre 20, 2009
Wenley Palacios

           Un atunero es un barco de acero, caro, bello y majestuoso, construido en astilleros españoles, de unos 100 m. de eslora con proa lanzada sobre el mar y popa en rampa. Tiene un palo  central desde cuya cofa se vigila la presencia de la pesca. Lanza unas lanchas rápidas que dirigen a los atunes y delfines hacia la red de acero y luego saca de allí a los delfines. Puede almacenar hasta 3.000 m3 en su bodega congeladora. Apenas decansa, un buque nodriza le abastece de lo necesario. Treinta y pico piratas en sus esquifes abordaron al Alakrana, kalashnikov en mano y lo secuestraron. Así de sencillo.  

El país que no tiene un ejército serio, que infunda respeto, es objeto de burla hasta de los piratas. Si el ejército no está para defender a los españoles, sobra, se elimina y nos ahorraríamos un montón de dinero de los presupuestos. Cuando el Gobierno Español pagó en 2.008 el rescate de 2.000.000 dólares a los piratas que secuestraron el Playa de Bakio, le preguntó la Armada qué hacía con los piratas y el Gobierno ordenó “dejarlos ir”. Si los hubieran perseguido, hundido y apresado, no hubieran sido tan chulos ahora  en el secuestro del Alakrana. Nos hemos tragado a dos piratillas que han creado un malestar jurídico enorme y ahora nadie los reclama. La libertad de los pescadores del Alakrana esta vez nos ha costado el doble 4.000.000 dólares, además antes de irse han desvalijado el barco, se han llevado todo lo que ha querido, sobre todo aparados electrónicos. Un helicóptero de la Armada dicen que tiroteó al último esquife; pero eran salvas de saludo, porque tienen prohibido matar a nadie; y como sólo estaban a 1,7 millas de la costa se les escapó. Nos han puesto en ridículo por mar y aire. Por tierra ni hemos hecho acto de presencia. El chollo es tan fabuloso y el pagador tan generoso, que, cuando se retiraba el Alakrana hacia su base en la Islas Seichelles, un clan rival de piratas ha intentado un nuevo secuestro que han disuadido las dos fragatatas que lo custodiaban. Se desató la histeria entre las familias de los secuestrados y entre todos los españoles, cuando Carme Chacón informó del desembarco de tres tripulantes, llevados a tierra y entregados a los familiares de los apresados en España. Pero sólo fue un engaño de los piratas, para manipular la opinión pública y hacer más rápido y generoso el rescate. La inteligencia del Ministerio de la Chacón picó y dio datos falsos, haciendo el juego a los secuestradores. ¡Menuda inteligencia! ¡Que humillación! 

La tradición catalana ha recogido la leyenda del “cagané”, ese pequeño muñeco de barro pintado, con los pantalones bajados, agachado, con el culo al aire y “cagan al vol”. Es una querida figurita del Belén que se sitúa debajo del Palacio Real, donde se enterraba a los familiares del Rey. La socarronería de aquella tradición entiende que es el sitio adecuado para poner al “cagané”, para que se vea que está cagándose en los muertos de Herodes. Aún falta un mes para la Navidad, pero ZP y su Gobierno, ya están con el calzón quitado y el culo al aire, unos piratas del tres al cuatro les han puesto en el más espantoso de los ridículos, aunque ellos van por ahí de triunfadores. Es que no se enteran. O vaya cara. 

Se llama Cardenales “in pectore” a los que nombra el Papa en secreto para que los gobiernos que persiguen la religión no tomen represalias sobre ellos. Aquí tenemos dos ministros “in pectore”, que le manejan a ZP la nefasta política social. Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. Intocables. Los parados pasan de los cinco millones. Como quien oye llover, ellos a lo suyo, a montar una huelga a favor del Gobierno, estómagos agradecidos a quien les paga generosamente. Y los ciudadanos sin un euro, esperando la nueva fechoría del inepto de la Moncloa, al que hay que mandar donde fue Pedro Sarmiento.

24 de Noviembre de 2009, Diario "Mediterráneo".

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