¡LLADRES!
sábado, noviembre 5, 2011
Wenley Palacios

Lo pondré negro sobre blanco, a ver si lo entiendo.  Zapatero, Solbes y sus amiguetes decían que los bancos y las cajas estaban de rechupete. Luego se ha destapado que la carcoma del ladrillo los tiene podridos. Sus directivos en una mala gestión han dilapidado el dinero  de  sus accionistas y ahorradores. Para salvarlos les dieron un montón de millones de euros, que se han volatilizado, dinero que manejaba el Gobierno, pero era nuestro, de ustedes  y mío, de todos los españoles. La Vice Salgado decía hace poco que nuestras entidades financioeras eran solidísimas y van los de Bruselas, capitaneados por la Merkel, que parece que piense con la parte de su anatomía de mayor volumen, y Sarkozy cuyas ideas no llegan ni a la altura de sus supertacones , y resulta que no. Hay que recapitalizarlo, sin duda piensan darles dinero del nuestro otra vez. A cambio si usted pide un crédito ya sabe que pasa. Le dan con la puerta en las narices. Y en el banco o en la caja de al lado, lo mismo. La gente está hasta el moño de que, a cambio del dinero que les dan sacándolo de nuestros bolsillos, les rompan la cara.

Sigo sin entenderlo. Para que no se fueran al garete los “salvaron” con “nuestro” dinero. Y ahora quieren volvernos a pelar porque  el plan, el glorioso plan de Bruselas, es darles más dinero “nuestro”. Sigo sin entenderlo. Los griegos amenazaron con un referendum para aceptar o mandar el plan a la ”m” y el resto de la UE se quedó acollonada. Todos sabemos ya lo que cobran los CEOs, léase mandamases, cuando dejan su puesto, A veces  después de arruinar a la entidad financiera que malgestionaron. Le llaman cobrar “bonus”, un artilugio financiero, para altos jefes, que consiste en que, cuando se van a casa, cobran una millonada de euros y disfrutan de una pensión vitalicia para vivir como un sátrapa del Golfo Pérsico. Como esas prebendas las disfrutan banqueros y algunos políticos de aquí, del resto de Europa, de América y de otras partes del mundo, nadie pone el cascabel al gato.

Uno se quejaba que tras unas operaciones le habían quedado en una cuenta 50€, de los que se había olvidado. En estos momentos en que todo hace falta, se acordó y fue al banco a por su dinero. No le daban intereses pero le aplicaban comisiones y habían adelgazado extraordinariamente su saldo. Que nadie llame a esto ingeniería financiera, es un robo según una masovera del Maestrazgo que tuve de clienta. Había prestado dinero garantizado con hipoteca y el deudor no le pagaba. Me pidió que hiciera una gestión  a ver si podía cobrar los intereses atrasados. Mi despacho era amplio, pero de un salto desde la butaca se plantó junto a la puerta, la entreabrió y comprobó que nadie escuchaba. Volvió, se volcó sobre mi mesa para acercarse  a mi oreja y me susurraba algo que no lograba entender. “ ¡Más alto!” le dije un par de veces. Por fin,  oí: “no li cobre el dos per cen sino el tres”. “Pues póngalo en la escritura, que los bancos y las cajas cobran el 12 ó más”. Aquella pequeña mujer de pelo cano atado en la nuca, con larga falda negra y un pequeño mantón del mismo color sobre los hombros, se estiró, se alzó sobre sus alpargatas, enfurecida, y con las manos parecía alcanzar el cielo, al tiempo que exclamó: “¡Lladres!”.

Cuando un hipotecado deja de pagar su cuota mensual le aplican intereses del 29 % o más por demora, aunque la ley que protegen a los consumidores lo impide. Sólo puede cobrarse por demora dos veces y media el interés legal del 4 %. Es decir, el 10%. Tal vez no sea usura porque es difícil de concretar, ya que el Tribunal Supremo se refiere a ella cuando se exigen intereses desproporcionados en comparación con lo que normalmente se cobra. Sigo sin entender nada, porque está muy  claro todo lo que ocurre. Es  una vergüenza que gobiernos  y tribunales lo consientan.

Article originally appeared on Wenley Palacios - Libertad día a día (http://wenley.squarespace.com/).
See website for complete article licensing information.