APRENDERÁS A SOBREVIVIR
lunes, septiembre 26, 2011
Wenley Palacios

La noche  de 19 de junio pasado Steven Spielberg estrenó en el canal norteamericano TNT el primer episodio de “Falling Skies”. Unos alienígenas con seis piernas, a quien llaman deslizantes, porque aparecen silenciosamente de improviso, dirigiendo a unos robots bípedos, enormes, armados con ultramoderna tecnología. Atacan las principales ciudades de la Tierra, eliminan los ejércitos de las naciones y sus bases militares, con una pulsión electromagnética  destruyen las fuentes de electricidad y  muere o desaparece el 90% de los humanos. Un profesor de Boston y dos de sus hijos deciden rescatar al otro hermano que ha sido hecho prisionero, como otros jovencitos a los que aplican, desde la nuca hasta el final de la espina dorsal, un artilugio parecido a un enorme bogavante metálico que se incrusta por sus patas en el sistema  nervioso y los  reducen  a la esclavitud. En el grupo  de defensores que se va formando, para tratar de descubrir el punto débil de los deslizantes y destruirlos,  está Lourdes una preciosa  joven católica de origen mexicano. En una de sus patrullas se detiene a rezar en un templo no católico abandonado. Cuando se reincorpora al grupo una compañera se ríe de ella: “la próxima vez pídele Dios un bombardero, que nos vendría muy bien”. Lourdes con determinación le aclara: “cuando rezo no le pido cosas a Dios, sólo que me muestre que puedo hacer por Él”. Los resistentes de Boston se concentran en un Instituto dedicado a su Presidente Jonh F. Kennedy y allí acuden otros supervivientes de la invasión que se van sumando al grupo, a quienes los más veteranos aseguran –como dice el subtítulo de la serie- “aprenderás a sobrevivir”. El 13 de septiembre se estrenó aquí en Canal Cuatro, han emitido, en dos capítulos cada martes, la primera temporada y se espera la próxima, que en vista del éxito en EEUU, enseguida se pusieron a rodarla.

La crisis económica es muy grave y más grave aun es la crisis de valores. Algunos políticos reflejo de la sociedad y en otras ocasiones espejo de ella, cuando abandonan el cargo bajo sus alfombras aparecen cientos de tropelías hechas con el dinero de los contribuyente y nadie les pide cuentas. El Mercado, esa entelequia que esconde a severos usureros y grandes “malfainers” incompetentes, estrangulan las naciones y ellos engordan con el sudor, los sacrificios y el hambre de la gente de a pié. En esta Europa de 27 hay demasiadas cabezas de ratón, pero falta un líder indiscutible que nos saque del atolladero, porque ni la Merkel, ni Sharkosy dan la talla, no son capaces de plantar cara a los mercados, les es más fácil apretar a los ciudadanos europeos. Mientras llega quien meta en cintura a los mercados, sólo nos queda “aprender a sobrevivir”, cómo hemos hecho tantas veces los europeos en las posguerras. Hemos de darnos cuenta de que ya no disponemos de cosas que antes nos parecían naturales. Nuestros hijos y nuestros nietos las han tenido siempre. Cuando nacieron estaban ahí y las han visto cada día como naturales, sin darles importancia. Ahora la gente se asusta, vuelve con sus hijos a casa de sus padres, para eliminar gastos y cobijarse en la paga de los abuelos. Lo primero que hemos perdido es el trabajo, pero la confianza no podemos perderla. Hemos de apretarnos el cinturón y privarnos de muchas de las cosas que teníamos hasta casi ayer, con la confianza de que podemos salir de ésta. Como tantas veces, nos enseña la historia, cuando parecíamos derrotados nos hemos levantado. La primera buena señal es que el peor gobierno en más de 200 años, se ha ido para siempre. Hemos de confiar y luchar, haciendo los sacrificios que sean necesarios, mientras eliminamos a todos los “malfainers” que aun están viviendo del presupuesto, que pagamos todos. Queda una dura tarea, que no es pactar con ETA, a ésta basta con aplicarle la ley y a los partidos complacientes con ella también. Hay que reconstruir la educación, la sanidad, la seguridad social, los sindicatos verticales que aun padecemos y pagamos, la justicia anclada en la España zarzuelera e impedir que los golfos vivan de nuestro dinero y encima malgasten. Surge una esperanza, que el pueblo unido se ponga a ello, sin manifestaciones, ni alharacas, trabajando. Sólo eso, trabajar, por eso lo primero es crear empleo.

26 Octubre 2011, "Mediterráneo".

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