sábado
abr072007

ESPUMAS DE MAR

A mis padres que de su mano bajé la primera vez al mar.

Yo soy la espuma primera de sus vidas. Con cariño.

 

CANTOS

Dímelo mar ¡ay mar! Dímelo.

¿Es verdad que hay tres sirenas

y es verdad que hay tres marinos

que están reinando con ellas

en los tronos submarinos?

-¡Todo puede ser!

dice el agua

que a la playa

llega.

Llevadme, naves, a ver,

del mar, las tres sirenas.

Y que le importa a la playa

la ola, la ola que se le va.

¿No es siempre igual en el mar,

con ola distinta, el agua?

Y que le importa a la playa

si coquetea la mar.

El nombre no es extranjero.

Mi nombre es nombre del mar.

Mi nombre es, solo, un regalo

que vino de pasajero

y en nuestra costa quedó

enamorado del mar.

Mi nombre es, mar, marinero.

Ponle collares de amor

-corales al blanco cuello-.

Y bórdale las estrellas,

que, al ir, bate tu velero

en los mares, por las noches,

sober la boca del viento.

Y duérmete en su regazo

cuando del mar entre sueños,

cansado de pescar astros

te vuelvas, tú, marinero.

CAMINANDO AL MAR

Yo quiero besar las olas

y robarle caracolas

a la mar.

Bañarme, desnuo, a solas

en la luz, de las farolas,

estelar.

Yo quiero cantarle al mar.

¡Ay mar!

que bonitas

las palmeras

y las olas, las estrellas

y tú, que bonito, mar.

Yo quiero con tus colores

hacerte mar, miradores

al cantar.

…………………………..

Yo quiero besar las olas

y robarle caracolas

a la mar.

CANTOS DE ALTA MAR

1

Quisiera, madre, quedar

besando siempre las costas

levantinas de la mar.

Pasear, lento, las olas

-calles

azuladas de la mar-

Y, como espuma de sal,

vestirme con blanco traje,

llevar sandalias de cal.

2

Y yo quiero mojar

mi pluma en agua salada

para escribir un cantar.

La voz que mi canto lleva

se enredó en la leve tela

de mi estrella.

¡Ay mar!

se ha roto nuestro cantar:

mi pluma me atascó en ella.

MARINEROS TODOS

-Marineros de las playas,

marineros de alta-mar

marineros de las radas

cansados de navegar.

Marineros de las brisas,

marineros de los cielos,

marineros del estero

blanco blanco de las islas.

¿Habéis visto, marineros,

mi estrellita?

-Si, su reflejo iba muerto

sobre el mar.

-¡Ay marineros, que al cielo,

su reflejo ascenderá!

-(Ciego. Ciego vas de estrellas).

-(Luto, en mis ojos, de mar).

Si yo fuera blanca nave

hasta la Virgen iría.

Le cantaría:

¡Salve! Madre Santa ¡Salve!

Si fuera del cielo estrella

por las noches brillaría.

Me bañaría

en las aguas de la tierra.

Si yo capitán del mar

hasta el horizonte iría

y robaría,

cielos, la estrella polar.

¡Oh! Si yo palmera fuera

hasta el mar me inclinaría

y besaría,

mar, tus conchas marineras.

Y si yo fuera escollera

a mi novia le diría:

¡ay, novia mía!

quieres ser ¡ay! mi farera.

……………………………..

Y si fuera timonel

por el cielo volaría

¡oh mar, mar mía!

no te hago daño con él.

SENSACIONES

Te acuerdas que paseando

a orillas de la mar

hicimos caminar

reflejos de la luna

en agua.

(Y, trazaba la playa,

la punta del compás

de plata)

¿Porqué estará la mar verde?

acaso de ti, marinera,

te cayeron a la mar

tus ojos de jade verde.

¿Porqué ahora la mar azul?

acaso cayó una estrella

y algo de cielo a la mar

al irte, de la mar, tú.

¿Quién fuera fuera escollera.

Irse adentro de la mar

a bañarse con estrellas.

Irse adentro de la mar

y robarle a las sirenas

un beso de noche clara.

Quién fuera fuera escollera.

Y sentir sobre la cara

la caricia de la espuma

que bate en la mar el agua.

Quién fuera fuera en la mar:

viento y vela. Viento y vela.

PAISAJES

Mis playas:

¡azul! playas cálidas.

Palmeras:

ensueños, quimeras.

Paganas

espumas: sirenas.

¡Visiones rosadas!

¡ensueños! ¡quimeras!

¿Son fuego o son llamas?

Parece que riña el mar

-blanca espuma- con la sal.

El barco tiembla,

crepita, rompe,

pero llega.

Y el sonoro ronquido del mar pasó.

Suaves olas van pintando

rayas blancas en el mar.

El sol juega y juega en lo alto

y hace colores la espuma

que rezuma

en el peredón de cal.

La luz solar

destila el agua:

se ven pecas

negras

de las rocas coloradas,

en el fondo del mar.

La playa entre palmeras.

El agua entre las velas.

La vida entre sirenas.

La luna baila en la noche

con un rubio vereneante

sobre el guante

de la brisa

y los tules

-azules-

de las nubes.

MARINETAS DEL PAISAJE

1

Cielo. Y al fonao todo el cielo.

Y Dios con su mano de nubes,

-cielo y mar- sobre los azules,

moviendo el hilo del jilguero,

lanzando al mar las golondrinas,

haciendo navegar –veleros-

gaviotas por los cuatro vientos.

2

Naranjales de la mar,

que apagando los azules,

en la tarde dejáis tules.

Cubrís de luto las aguas

blancas, de espuma y de sal.

En el alma:

marionetas y naranjas.

3

A la luna

-marioneta de la tierra-

la sostiene sobre el agua

acordeones de cal.

Farol que la noche lleva:

la luna

y su espuma

de estrella.

LA MONJA DE LA MAR

1

En un rincón de la playa

medio torreón anciano

a una argentina campana

le sirve de campanario.

Hay nidos en lo más alto

y cuando vuelan sus aves

llevan su son a los mares

y el viento calla su canto.

2

Mansa rada, blanca sal

es la monja de la mar.

Dicen que vive sola,

sola en el campanario …

… (no muy sola: con las olas,

con la mar, con su rosario).

De ella, dicen, que, en el cielo,

Dios le ha puesto una bandera

brillante como un lucero.

Dicen, que es ella escollera

de los buenos marineros,

… que es ella la campanera

que encauza los derroteros,

… y que es farera en la tierra,

porque su luz es de cielo.

Manca rada, blanca sal

es la monja de la mar.

3

Desde que vive en la playa

no naufragan los veleros,

por eso los marineros

no tienen miedo a las aguas.

Y miras la albas velas

y besa todos los peces,

que solamente por verla

se metieron en las redes.

4

Si yo fuera trobador,

si yo fuera medieval

estaría enamorado

de la monja de la mar.

Todas las tardes repica

la monja ¡ay! su campana

para que cien mil lueros

alumbren sobre la playa.

Todas las noches repica

la monja ¡ay! su campana

para que los marineros

no se duerman en el agua.

Repica y toda, repica

el ángelus, cuando el alba

para que sobre los cielos

se despierte la mañana

………………………….

Si yo fuera trobador,

si fuera yo medieval

estaría enamorado

es la monja de la mar.

Recopilado en julio de 1952.

sábado
abr072007

LA ESPIRAL

Tras su silencio, después de una distancia de años,

Sebastián volvió con su pintura,

donde líneas y colores antiguos cristalizaban

en estallidos torturados.

Ahora vuelve con una espiral en la mano.

Hoy sus cuadros, puestos en orden de días,

son la historia de su calle, de su alma.

Los estallidos quedaron atrás. El humo, con tanta

explosión, los dejó difuminados, suaves e inconcretos.

Después, sus cuadros quedan limpios

y, tras el viento y la mañana,

aparecen los esmaltes fuertes y enormes de las ventanas cerradas,

de los hombres en su lucha con la vida,

del dolor en negro de las mujeres de pueblo,

de la ventana cerrada y el pajarillo prisionero,

de las ventanas entreabiertas con la vida que asoma,

con los niños encerrados,

con las flores a punto de estallar en su maceta.

La espiral no termina. Mañana será otra la sorpresa,

porque Sebastián evoluciona.

Quien hoy no es distinto al de ayer, se ha muerto.

Sebastián, está vivo. Tal vez,

mañana el pájaro vuele por los cielos abiertos,

las ventanas se abran, los niños crezcan libres

y las flores todo lo invadan,

porque todo lo vivo evoluciona, crece.

Así lo cuenta Sebastián en sus esmaltados papeles.

GUILLEM DE VINATEA, pseudónimo que usabe en aquella época.

Programa de la esposición de SEBASTIÁN  PLANCHADELL, 1976.

sábado
abr072007

PAISAJES de SEBASTIÁN PLANCHADELL

¿Quien le dirá al pintor

que no es arte

su dibujo y su color?

¿Quién le dirá al pastor

que su amor por la serrana

no es amor?

Y lo que en la mar sintió

¿Quién le dirá al marinero

si es terror?

La vida.

Solo importante es la vida.

La calle como alegría.

La luz por sus requiebros.

El color como una excusa.

La vida.

Solo importante es la vida.

La luz está besando, en la calle, al color:

La vida.

 

NOTA.- Sebastián Planchadell ha querido sustituir la foto de su catálogo por unos versos, como simple pincelada y con toda su posible gracia. Esperamos haber acertado él con la idea, yo con la elección de los versos.

La intención es acercar los cuadros expuestos al pueblo, tanto al que solo mira, como al que mira y compra. Espero que todos –al menos muchos- encuentre, descubran, en estos cuadros tantas cosas como yo he podido ver. Al fin y al cabo, en ellos está lo que Sebastián Planchadell pinta, con toda la honestidad que cabe exigir a un artista.

GUILLEM DE VINATEA, pseudónimo que usaba en aquel tiempo.

 Programa de la exposición en Galería Nonell.

Castellón, 28 de octiubre de 1980.

lunes
abr022007

PRIMAVERA, OTOÑO


 

PRIMAVERA

Con los pájaros y las flores, llegando está la primavera.

Surgido de un volcán callado, vendrá, de atrás de la montaña,

quien te elija y, por tu piel, florecida, encienda rosas blancas.

En el horizonte amanece, por estrenar, tu vida nueva.

Recorrerás un camino iluminado, lleno de riquezas.

De duro esfuerzo. De ternura serena. De húmedas caricias.

Dulces atardeceres y largas noches de amor, encendidas

hasta el alba. Despertarás, por la mañana más libre y bella.

Tus muslos y tus brazos temblarán. Besarán esperanzados

tus labios, mientras tus grandes ojos permanecerán abiertos,

tu corazón arderá de deseo. Tu dulce vientre dorado,

en las sabias manos de tu amante, dejará su terciopelo.

Rebautizada por el sol, que calienta las primeras siembras,

a tu desnudo cuerpo coronado con el cabello de oro,

dirigirán las aves, deslumbrarás, su vuelo de retorno

y cantarán por la elegida doncella, reina de la tierra.

Olvida la pesadilla del largo y frío invierno. Despierta.

Pisando entre las flores, que día a día, nacen a tu paso,

con los trinos de los pájaros, que de lejos vuelan cada año,

volverás a enamorarte y traerás, también tú, la primavera.

 


OTOÑO

Suaves o apasionados, de los besos que nos dimos, nunca, jamás te arrepientas.

Se encendía la alcoba, se iluminaba la cama, la luz brillaba en tus ojos.

De nuestros largos abrazos. Las gargantas suspirantes. De los gritos gozosos.

De tantas horas de dicha y tanto amor derramado, nunca, jamás te arrepientas.

Cada tibio amanecer despertábamos, tras las cálidas noches estrelladas.

Nadie nos hizo el amor, nunca, como nos lo hacíamos apasionados nosotros.

Nadie tuvo a su lado tanta ternura, como cada uno recuerda del otro.

De nuestra piel, recorrida por nuestras manos y bocas, surgían llamaradas.

Con nuestro amor desbordado, llenamos el firmamento de fe y esperanza.

Se celebró en el cielo. Como el día que Dios dijo: hágase la luz. Y fue hecha. Los que nos quieren, los que aman la vida, los espíritus que nuestros sueños velan y todos los ángeles, celebraron nuestro amor. Y se iluminaron sus almas.

Nunca hubo en el mundo nada tan sincero, tan espontáneo. Ni tan puro y bello.

Vivimos, juntos, uno de los momentos más gloriosos del universo. Estrellas perdidas en el tiempo, tu y yo, chocamos dulcemente en nuestro primer beso,

fundidos en una estrella que emite ondas, de eterno amor, por todos planetas.

En esta oscura noche, callada, de los cortos días, mágicos, de septiembre,

a punto de empezar octubre, está surgiendo, de ocre y violeta, el otoño.

Y el futuro, como una firme promesa, amanece de tu recuerdo orgulloso.

Mientras una gota de vida, en ti o en mí, aún respire, celebrémoslo siempre.

 

Obtuvo Mención de Honor en el Concurso de Poesía "Rodrigo Caro" 1991,

convocado por el Ilustrte Colegio de Abogados de Madrid.

miércoles
mar142007

ASÍ SE CANTA EN TU PUEBLO, SEÑORA

1

Cuando se van con la noche,

las estrellas, por el agua,

van cantando una canción

porque, en tu pueblo, ellas cantan.

“Le están poniendo a la mar

barquitas de vela blanca.

Para que juegue con ellas.

Para que pueda soñar.

¡Qué traiga el viento esas velas!

¡Qué el viento esas velas lleve!

Las barcas pesqueras

con sus velas blancas vienen.

Marineros

¡qué la mar despierte!

Poned vuestras redes

¡a secar!

Las barcas

¡entre la tierra y el mar!

Y vosotros compradores,

¡a comprar mis peces!

Que la mar

deje de soñar.

¡A la vida!

¡Qué amanece!

2

Y aun antes de que amanezca,

con un pan bajo del brazo,

con las azadas al hombro

y en las manos su trabajo,

los labradores se van

por los caminos el campo.

Como siempre ellos han ido

por los caminos, cantando:

“Por allá se van los carros

a por el alba que viene

en los naranjos de verde

y en los almendros de blanco”.

3

Todo ya está amaneciendo.

Las campanas van llamando

por el viento.

Rezan y rezan los curas.

Rezan y rezan las viejas.

Y todo el mundo en el pueblo

reza, que reza y que reza.

“Yo te pido por los niños,

Señor, porque sean buenos.

Porque sean hombres.

Porque no estén ciegos.

Protégelos, Tú, Señor,

son tan pequeños.

Se perderán por la mar …

Guárdatalos.

Haz nuevos mundos con ellos.

Descúbreles el Amor,

nosotros no lo entendemos.

Yo te pido por los niños,

Señor. Porque sean buenos.

Dales, tu Madre, Señor,

y dales,

dales, Señor, mucho cielo”.

4

Y luego, a la tarde, después que el rosario se reza,

se cuentan historias de espadas y amor de princesas.

Van año tras año cosiendo en historia y leyenda

los hechos de aquellas batallas de la última guerra.

Entonces se canta y se canta. ¡Hasta cantan las piedras!

5

Cuando vuelven los luceros

sobre el cielo de la tierra.

Y pasean las mujeres

y los hombre las pasean.

Por las calles y caminos

se dicen y oyen, se quedan,

palabras de amor, que luego

oirán otra vez las rejas.

Cerca muy cerca los labios

y estas palabras más cerca:

“Yo sé, mujer, que te quiero.

Mi ansia, me impulsa a quererte.

Me muero,

mujer,

por verte.

De amor me voy a morir

de tanto como te quiero.

Y a mí me gusta saber

que me muero, que me muero.

¡Ay! que me voy a morir

de tanto como te quiero”.

6

Los poetas comentaban,

hablándose de sus sueños,

que en esta ciudad, Señora,

de cada día hizo el pueblo:

“Fiesta de mozos y mozas.

Fiesta de niños y viejos.

Fiesta de misa y rosario.

Fiesta de rondas y besos.

Fiesta de bailes y toros.

Fiesta mayor en el pueblo”.

 

POESÍA PRESENTADA BAJO EL LEMA: “Las estrellas cantan”, QUE OBTUVO LA FLOR NATURAL EN EL XII CERTAMEN LITERARIO, DE LAS FIESTAS DE LA MAGDALENA DE CASTELLÓN, CELABRADO EL AÑO  1.956, SIENDO REINA LA SRTA. MARÍA DEL CARMEN AGRAMUNT Y ROS DE URSINOS. LA DECLAMÉ ANTE ELLA Y SU CORTE DE HONOR EN SOLEMNE ACTO EN EL TEATRO PRICIPAL EL  7 DE MARZO DE 1956.

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