LEYENDAS URBANAS

Hace más de 25 años bajó de la montaña una pastora ceñida con amplias y largas faldas negras y una vara en la mano a modo de bastón, quería consultar a un abogado qué hacer con una escritura de hipoteca que garantizaba un modesto préstamo al 2% de interés, que había hecho a un comerciante de la capital que no le pagaba. El letrado le informó que dado el impago de la deuda vencida podía ejecutar la hipoteca. La buena mujer le contestó “si me paga los intereses le doy más plazo”. De pronto se levantó, fue a la puerta del despacho, la abrió, miró por si alguien estaba escuchando, la volvió a cerrar, se acercó a la mesa del letrado, se inclinó sobre ella y le dijo muy bajito “es que no le cobro el 2”, bajó más la voz y añadió “le cobro el 3”. “Pues, no lo oculte”, contestó el abogado, porque Bancos y Cajas están cobrando el 12”. La mujer esclamó “lladres”. El préstamo es tan antiguo como la humanidad. La historia y la literatura están llenas de famosos casos, como el de “Shylock, El mercader de Venecia” o “El Ávaro, Harpagón” o las Joyas de Isabel La Católica.
El primer Botín era corresponsal de Banco y a lomos de un penco subía por los escarpados montes de Cantabria a cobrar las letras a los paisanos. Ganaba su comisión y pronto hizo un dinerito que prestaba con intereses. Fue el principio. Se unió con otros comerciantes y fundaron el Banco Santander. La esencia de la Banca tiene unos principios muy claros. Recoger depósitos pagando un pequeño interés y prestarlo con un interés más alto. Los Bancos catalanes siempre quebraban, no queda uno de la época antigua aparte el Sabadell, porque se metían en negocios. El dinero del Banco es para prestarlo, no para negocios, porque cuando van mal, el Banco se hunde. En la actualidad los Bancos y Cajas juegan al “monopoly”, un juego de mesa que consiste en tirar los dados y comprar y vender casas, palacios, almacenes. El que se hace con más inmuebles gana la partida.
Últimamente los Bancos han pedido créditos a inversores extranjeros a devolver en plazos breves y con ellos han comprado acciones de otras empresas, para revenderlas pretendiendo obtener grandes beneficios, y conceder préstamos a 25 años ó más. Han hecho negocios y dado créditos con dinero que no era suyo. No pensaron que podían desaparecer los inversores. Ahora las acciones que compraron no valen casi nada y las hipotecas no vencerán hasta de aquí 20 años ó más. Toca pagar y no tienen liquidez, se han quedado con el culo al aire. Pero, los partidos políticos, el pasado lunes 20, debió ocurrir en medio de una gran orgía, les han dado 150 mil millones de euros para taparles las vergüenzas. ¡Pobrecitos banqueros! Han de continuar vivos y coleando, para que puedan renovar los créditos a los partidos, incluso perdonando intereses si surge el caso. No sea que Bancos y Cajas caígan en manos extranjeras y a los partidos les toque pagar de verdad.
También es leyenda urbana, procedente de Inglaterra, que la gente del petróleo especuló con su precio y consiguió enormes cantidades de dinero, que han prestado a Bancos américanos y europeos y de pronto han dejado de invertir y exigen la devolución. De esta manera piensan apoderarse de todos los Bancos y grandes empresas y dominar tanto Norteamérica como Europa.
Los 150 mil millones de euros que han puesto los políticos españoles a disposición de los Bancos, si no sale bien, como el Estado no tiene un duro porque ya genera déficit, los tendremos que pagar los españolitos. Somos unos 23 millones los contribuyentes del IRPF, salimos a 6.500 € cada uno. Cuando los políticos meten mano en la economía, nos cuesta un pastón a los de a pie.
28 de Octubre de 2008, Diario "Mediterráneo."
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