« CARTA A MERCEDES | Main | CARILDA OLIVER »
sábado
mar282009

NO VOLVERÉ A NUEVA YORK

 

Después de dos operaciones mi pierna está bien,

pero mi cintura se queja  de la columna, puedo subir

y bajar escaleras, estar sentado y conducir un poco, pero

no puede estar de pie, ni andar más de cien metros.

 

Los viajes largos se han hecho imposibles, si no

iría a París y me sentaría en la terraza de un café

por el placer de ver pasar parisinas por el bulevar,

bellísimas gacelas sobre tacones con su chic especial.

 

Iría a Roma y me sentaría en una de las terrazas

que están en la azotea  en tantas casas  romanas.

Rodeado de  macetas de geranios, vería atardecer

sobre las cúpulas de las iglesias y oiría sus campanas

anunciando el rezo del Ángelus de la tarde.

 

No me olvidaría de ir a Estambul, donde confluyen

todos los caminos, de China a Iberia y de Egipto

a Escandinavia, me sentaría en la Villa de Pierre Loti

y esperaría ver llenarse de sol, al final de la tarde,

el agua azul  del Cuerno de Oro y adormilarse

la ciudad vigilada por sus enhiestos minaretes.

 

Ya sabes porqué no iré a verte Nueva York,

no me volverán a salpicar las partículas de hielo

que desprenden los patinadores en Rockefeller Center.

Ni cenaré, flotando sobre el agua del Hudson, en el River Club

mientras contemplo el Puente de Brooklyn por debajo.

Desde un pequeña mesa rodeado de turistas japoneses,

se  ven pasar los enormes trasatlánticos y al fondo

Nueva York, con todas las luces encendidas

de un mar de rascacielos con dos bellas torres,

el Empire con toda su fuerza y voluntad recordando

que Dios está mucho más arriba, y  el Chrysler.

El modernista y elegante Chrysler Building

coronado con su magnífica torre, bellísima.

No volveré ver correr el agua con tanta abundancia,

produciendo tanta riqueza, como la que desde el lago Eire,

por el río Niágara con sus Cataratas,

 y sus dos mil lagos y lagunas, llega al mar

dándole un profundo abrazo a Manhattan.

 

En una par de años cumpliré los ochenta, Dios mediante.

Ya que no estoy para viajes largos, ni aventuras,

atesoro la riqueza de bellos y plácidos paisajes,

de leales recuerdos de amigos, la mayoría ya

ausentes, mientras tenga  yo vida, y el dulce sabor

de los besos robados y los sorprendentes. Y tengo

el privilegio de escribir con claridad, aunque 

no volveré a callejear por tu asfalto, Nueva York.

Tengo el corazón y la mente activos y mi ordenador,

con ellos los viajes y las aventuras aun alegran

las horas que el trabajo diario me deja libres.

 

Reader Comments (2)

wooowww se ve que vivio y viajo y lo cantado y saltado nadie se lo quita
enero 31, 2011 | Unregistered CommenterVERONICA
Me ha conmovido como hace mucho no me ocurría, me he retrotraído a esas sensaciones que tenía cuando con doce o trece años leía una y otra vez a García Marquez, ha sido y es precioso lo que he sentido al leer sus lineas. Infinitas gracias.
septiembre 13, 2012 | Unregistered CommenterCarolina

PostPost a New Comment

Enter your information below to add a new comment.

My response is on my own website »
Author Email (optional):
Author URL (optional):
Post:
 
All HTML will be escaped. Hyperlinks will be created for URLs automatically.