Estos son los traidores

Todo empezó en el Olimpo. Tres diosas, que rivalizaban en belleza, decidieron convocar un concurso. Un hijo del Rey de Troya, Paris, fue elegido juez. Hera le ofreció la corona del mundo. Atenea la sabiduría de Zeus. Y Afrodita a Helena, la más bella de la tierra. Paris declaró vencedora a Afrodita, diosa del amor, y cuando el Rey Menelao convocó a los Príncipes griegos para discutir un tratado comercial concerniente a los Dardanelos, estrecho que separa Europa de Asia, aunque no le importaba el tratado, acudió con el propósito de enamorar a Helena. Su esposo Menelao tuvo que ausentarse y le encargó que atendiera a los Príncipes, pero, locamente enamorada, huyó con su amante a la patria de éste. La Iliada cuenta la Guerra de Troya, iniciada para vengar la traición a Menelao, hasta su final, cuando los griegos se retiraron, dejando un enorme caballo de madera a las puertas de Troya. Sus habitantes lo metieron en su ciudad y se emborracharon para celebrar el fin de la guerra. Por la noche el caballo se abrió, salieron los mejores guerreros griegos al mando del invencible Aquiles, mataron a los troyanos, borrachos y desarmados, y destruyeron la ciudad. La mitología es un compendio de las pasiones humanas protagonizadas por los dioses, igual que la telebasura, pero narrada por Homero y otros sublimes poetas. Unos traicionan por amor, otros por dinero como Judas, algunos por supuestos ideales normalmente pagados.
El Bloc y EU tienen un pacto para ir revueltos en las elecciones autonómicas y lo extienden a los ayuntamientos, mientras los sociatas les echan los tejos para formar un tripartito y poder soñar con adueñarse del poder aquí y allá. Los del pacto han publicado su "Compromís pel Pais Valenciá", donde dicen que no somos Reino, ni Comunidad, sino "Pais Valenciá", preparados para integrarnos en "els Paisos Catalans", invento del siglo pasado, aunque Jordi Puchol pretenda "cambiar quinientos años de la Historia de España". Metidos en una república federal, como la primera que solo aguantó poco más de diez meses, su plan es transparente, destruir España e independizarnos con los catalanes, pero no como iguales, porque renuncian a los trasvases, al AVE y piden la unidad de la lengua: el catalán. Ese dialecto del oc, que no tuvo unidad, ni gramática, ni literatura hasta hace cien años, cuando el valenciano tiene gramática, diccionarios y un siglo de oro literario, desde hace más de seiscientos años. Quieren convertirnos en catalanes de tercer orden, menos que los charnegos que se desloman para engordar a los señoritos que les gobiernan, los izquierdistas divinos se llaman a si mismo. Cuando os pidan el voto, acordaos: son los traidores a nuestro pueblo, a todos los castellonenses.Las críticas a nacionalistas y comunistas no son a las personas. Deseamos libertad y democracia para Cuba, tras el fallecimiento del dictador. Pero Fidel, de familia cristiana, educado con los jesuitas de La Habana, donde amartillaron su fe, como ser humano es nuestro semejante. Durante años ha frecuentado a sus amigos Leonardo Boff y Carlos Alberto Libiano, conocido como Frei Betto, sacerdotes seguidores de la Teología de la Liberación, que Fidel hubiera preferido aplicar en Cuba de haberla conocido cuando tuvo que proclamar el comunismo por razones de política internacional. Los cristianos rezamos para que tenga una buena muerte y reciba su denario como todos los que trabajan la viña, como prometió Jesús (Mateo, 20-10), aunque llegue en la última hora.
19 de diciembre de 2006. Diario "Mediterráneo".
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