Crónica de un cambio de clima

Bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad forman parte integradora del deber humano, según enseña Confucio. Nació en Lu, en la provincia de Shandong, en 551 a.C. y murió a los 70 años de edad. Al morir su padre, de progenie noble, la familia se vio en la pobreza, lo que no impidió que recibiera una buena educación. Cuando tenía 24 años murió su madre, hecho que cambió su vida. A partir de ese momento se dedicó al estudio. La dinastía Zhou estaba sumida en la degeneración, la decadencia y plagada de intrigas, pues las costumbres se habían relajado. Confucio invocaba modelos morales que encontraba en la tradición y se dedicó a difundirlos, viajando y enseñando a los discípulos que se congregaban a su alrededor. A los 50, durante un tiempo, fue Ministro de Justicia, imponiendo la imparcialidad en su tarea y trabajando para la erradicación de los crímenes. Han pasado 2.500 años desde que enseñaba principios morales y éticos para regir la conducta de las personas y sus relaciones con los demás. Sus enseñanzas se recopilaron en los doce volúmenes conocidos como “Analectas”, considerados la fuente más fiel de su vida y de su filosofía. No se consideraba un pensador, solo un transmisor de la antigua sabiduría, según los textos clásicos. Las generaciones posteriores lo han estudiado en las escuelas, considerándolo una divinidad, no solo en China, también en Corea, Japón y Vietnam. En los últimos tiempos ha despertado un inmenso interés en occidente.
Hace muchos años que conozco a Manolo San Miguel, el mediano de los tres hijos de Ciriaco, un contratista honesto, recio, que llegó de tierras adentro a trabajar en Oropesa. Manolo se casó con una guapa benicense y con esfuerzo resolvió los problemas que, tantas veces, surgen al crear una empresa. Con mucho trabajo, consiguió levantar un serio negocio. Sus dos hermanos trabajan con él. Ha sido un hombre fiel y discreto en el PP, sin aspirar a nada, solo ayudar; siempre colocado en las listas, a las puertas de ser elegido, por si hacía falta. Sus dos hijos mayores están en Nuevas Generaciones, Carolina es la Presidenta. Diplomada en gestión y administración pública y estudiante de derecho, en las últimas elecciones figuraba en la lista, a disposición del partido. Tras dejar el acta de concejal el ex-alcalde Asín, ascendido a una Dirección General en Valencia, entró en el Ayuntamiento Carlos Pastor. Ahora ha dimitido y entregado su acta de munícipe, porque rectificar es de sabios, reconciliándose con su partido. Todo ello ha dado paso a Carolina, joven de 24 años que encarna la necesaria renovación generacional de los políticos de Benicasim. El grupo que gobierna tiene ocho votos fieles, pues no cuenta con la concejala tres veces rebelde. El representante del Bloc, apoya los intereses de su pueblo, es un benicense de bien. Los padres de José han trabajado mucho para dar un porvenir a sus hijos. Su padre es un silencioso intelectual de conversación amable y buen corazón; su madre, además de trabajadora, siempre ofrece el consejo acertado.
Benicasim está en calma. Los problemas se resolverán poco a poco, pero sin pausa. Las gestiones de Llorca han logrado de la Consellería el proyecto de una gran depuradora de agua del Mijares, que ayudará a abastecer a Castellón y Benicasim. Hay mucha gente trabajando por enmendar viejos errores. Grandes perjudicados, como la Urbanizadora Valle del Ebro, no tendrán necesidad de reclamar responsabilidades patrimoniales, pues los PAI van a tener continuidad muy pronto. Parece que el PSOE se abstendrá para favorecer un buen clima municipal.
El cielo generoso ha derramado agua en abundancia sobre uno de los rincones más bellos del planeta, paliando las penas que nos imponen desde tierras extrañas. Ha vuelto el clima templado a Benicasim. “El mal no está en tener faltas; sino en no tratar de enmendarlas” como enseñó Confucio.
22 de noviembre del 2005, Diario "El Mediterraneo".
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