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lunes
jul312006

El saco del General Aranda

chrysler imperial parade phaeton.jpg

 

     El Rey de Francia Fernando I, el Papa Clemente VII, Francisco II Sforza de Milán, Venecia y Florencia formaron la Liga de Cognac. El Emperador Carlos V, Rey de España, no tenía dinero, pero logró formar un ejercito de 25.000 hombres, compuesto de lanquedetes -protestantes alemanes- mercenarios italianos y tercios españoles, todos al mando del Condestable Carlos III, Duque de Borbón. Sus tropas llevaban tres meses sin cobrar por lo que exigió al Papa 300.000 ducados a cambio de no entrar en Roma, pero Clemente VII solo ofreció la mitad. En el asalto a las murallas murió el Condestable, sus hombres enfurecidos entraron en Roma y el Papa tuvo que refugiarse en el Castillo de Sant´Angelo. Durante dos meses se quemaron iglesias, conventos y casas, pasaron a cuchillo a miles de romanos y torturaron a los prisioneros para obtener rescates. El Saco de Roma sobrecogió a Europa. La Historia está llena de hechos semejantes. Tras las cuatro Convenciones de Ginebra entre 1864 y 1949 algo ha cambiado , pero no todos los países las respetan.

 

     El día de San Antonio de 1938 las tropas del General Aranda entraron en nuestra ciudad, una columna de regulares a caballo se adentró por la calle Enmedio hasta el cruce con la calle Colón, desde allí divisaron una columna de tanques de fabricación rusa que bajaban desde La Farola ¡Retírense! ¡Retírense! La gente volvió a los refugios. Definitivamente después las diez de la noche del día siguiente ocuparon/liberaron Castellón. Hasta las cuatro de la madrugada del día 15 estuvieron entrando tropas, ambulancias, camiones de abastecimiento para la población, una auténtica exhibición de organización y medios. A mediodía en las Cuatro Esquinas había puestos de moros, sentados sobre sus piernas ocultas bajo las chilabas, tocados con turbantes, vendiendo tabaco que tanto había escaseado.

 

     Juanito que había sido chófer de Don Ricardo Carreras y en julio de 1936 fundador de la primera checa de Castellón, evacuó a Valencia y se dejó la preciosa y espectacular rubia de la calle Enmedio, con la que se había casado el año anterior. Don Ezequiel que tuvo escondido, emparedado desde el inicio de la guerra, su flamante Chrysler Imperial derribó las paredes y liberó su automóvil. La Filarmónica protegió como pudo de los bombardeos su gran joya, un piano de cola Steinway.

 

     El General Aranda tomó Castellón, tras medio año sin conquistar una capital de provincia, se sintió un virrey. A mediodía del 15 presidió el desfile de sus tropas desde el balcón del Gobierno Militar en la Plaza de la Paz. Dueño de la ciudad metió en su cama a la mujer del chequista, se incautó del Chrysler Imperial de Don Ezequiel y del Steinway de la Filarmónica, a pesar de que Vicente Asensio trató de aparentar que el piano estaba inservible. Con las tropas llegó Felisa, como había vaticinado, cada tarde en la tertulia de Doña Carmen, su marido el Ingeniero Tezanos. Solo hablaba de ella. Felisa vino a conocer a los amigos de su esposo. Iba de luto riguroso. La tardenoche de día 14, antes de abandonar la ciudad, sus defensores entraron en muchos refugios ¡Que salgan los hombres, somos los nacionales, han de ir al Ayuntamiento a registrarse! Por la mañana los encontraron bajo los naranjos, junto a los caminos de la huerta fueron fusilados.

 

     Me han dicho que Don Ezequiel cuando, tiempo después, recuperó su Chrysler Imperial lo envió a Inglaterra para que le limpiaran la tapicería. Otros dicen que lo mandó para desinfectarlo.

 

4 de julio del 2006, Diario "El Mediterráneo".

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