DIVORCIO POR INFIDELIDAD

      Maat era la justicia y la verdad, ordenaba los ritos religiosos y la ética de la vida social en Egipto. Los jueces lucían en el pecho su efigie: mujer adornada con una pluma en la cabeza. Temis, la de las mejillas preciosas, es la Diosa griega del orden divino, de las leyes y las costumbres. Los jueces, llamados themistopoli, hacían justicia en su nombre. En Roma Iustitia era representada en la puerta de los jugados por una mujer imperturbable, con una balanza y una cornucopia en las manos, sentada sobre el león, como depositaria de la fuerza.

       Aquella grandeza, en algunos lugares, ha desaparecido. Benicasim tiene unos 200.000 habitantes en verano. El resto del año más de 25.000, censados 17.500. Hace 30 años, eran poco más de 3.000. El Juzgado de Paz es el mismo de hace tres décadas. Su oficial muestra un armario a rebosar de papeles pendientes de tramitar, guardando turno. Las citaciones y notificaciones las alivian policías municipales, que el Ayuntamiento les presta, pero dada la extensión poblada de Benicasim, del linde de Oropesa a la ralla de Castellón y las urbanizaciones de montaña, solo pueden cumplimentar unas 12 al día. Los papeles llegan en mayor cantidad que los despachan. Lo mismo ocurre en otros pueblos, que han crecido por estar junto al mar o como dormitorio de las capitales.

      El Ministerio y la Consellería de la cosa, no tienen dinero para dotar a los Juzgados de Paz de los medios necesarios materiales y de personal para su funcionamiento normal. Nuestros políticos nacionales y autonómicos están por sus “grandes ideas”, a las cuales el pueblo da la espalda. La masónica Constitución Europea que elaboró de Valery Giscard d’Estein, la votó el 31’28% de españoles; el anticonstitucional Estatuto Catalán, el 36’5% de los catalanes; y el bodrio andaluz el 31’72%. Los grandes políticos no se enteran de la película. Abrimos la televisión y solo dan noticias referidas a ese 8% de votantes españoles, que se dicen nacionalistas. Aparecen en pantalla, constantemente, tipos de ese grupo de las pistolas y explosivos, solo apoyados por el 1% de los españoles; y de éstos solo unos 400 tienen pistola y están dispuestos a usarla. Mientras, los ciudadanos pagamos un ejército de unos 76.000 soldados, 70.000 Guardias Civiles, otro tanto de Policías Nacionales y Autonómicos y no sé cuantos Locales, guardias privados y escoltas. No se entiende cómo con ese ejército de 300.000 efectivos armados, hacemos caso a los 400 tipos de la pistola, ni por qué salen en la televisión a todas horas.

     Hay un serio divorcio entre lo que interesa a los ciudadanos y lo que hacen nuestros gobernantes. Los valencianos también tenemos nuevo Estatuto, pactado entre PP y PSPV, y en lugar de rebajar los  impuestos -aunque es de agradecer que hayan eliminado el de Sucesiones y Donaciones- a partir del mes de mayo tendremos más diputados autonómicos, de los cuales, los más, no tienen otra misión que mirar a su jefe de filas para saber qué botón apretar. Con nuestros impuestos pagaremos sus sueldos, desplazamientos, secretarias, ordenadores, teléfonos, viajes y todo lo que les haga falta. Señores políticos, están en Babia. Hay juzgados que necesitan ese dinero que derrochan. Un día se llevarán un disgusto. Los ciudadanos les están volviendo la espalda. A izquierda y derecha.

27 de febrero de 2007, Diario "Mediterráneo".