ENEMIGOS CONOCIDOS

Cuando el Ministro José Blanco vino a nuestra ciudad y prometió traer el AVE, desdoblar la carretera nacional y no se cuantas cosas más, nos engañó. Nos engañó porque no podía dar cosas de las que no disponía. No tenía un solo duro y no podía, por tanto, prometer nada que costara dinero. Ya lo denunciamos en su día en esta sección. Ahora dice nuestro Alcalde, Alberto Fabra, que en Madrid nunca han tenido propósito de que el AVE llegue a Castellón. Es hora de decir que no sólo Rodríguez Zapatero, sino también el Ministro José Blanco, son claros enemigos de los intereses de Castellón. Ni agua, ni corredor mediterráneo, ni tratamiento igual con otras provincias que hace 20 años disponen de tren de Alta Velocidad. Nada de nada. Nos la tienen jurada y no podemos esperar nada de ellos. Todos los entusiastas que en Castellón aplauden lo que hace el ejecutivo de Madrid, parece que no se enteran. Tal vez, para hocicar en el pesebre llevan puestas las orejeras y no ven hacía los lados, sólo el condumio. 

En una página de Internet de la Generalitat Catalana, nos incluyen dentro de su territorio. Las Islas Columbretes han pasado a ser catalanas, como tantas otras cosas. Estos vecinos que quieren invadirnos desde Cataluña, utilizan los métodos más groseros. Ahora resulta que Joanot Martorell, el inmortal autor de “Tirant Lo Blanc”, es catalán. Esa misma injusticia con que tratan a nuestros principales escritores, la aplican a la contra a los suyos. Han catalogado como catalanes que escriben en lengua extranjera, nada menos que a Juan Mercé, Eduardo Mendoza, Carlos Ruiz Zafón y a un montón de magníficos escritores, que han cometido el gravísimo pecado de escribir en español. 

Las ofensas de nuestros enemigos, a veces vienen un poco más tapadas, pero cualquier que escuche y entienda lo que hablan, sabe perfectamente lo que dicen. El otro día en un programa televisivo de mucha audiencia, dirigido por un catalán, se entrevistó a Artur Mas, el cual defiende que se exija para todo el catalán, porque “es la lengua que nosotros hablamos”. No es cierto Sr. Mas, la lengua que usted habla aquí y en muchos sitios, como por ejemplo en la entrevista que le hacían, es el español. Usted seguro que estudió en ese idioma, porque en su época se estudiaba en español en Cataluña y por eso lo habla perfectamente. Es usted un mentiroso. Su lengua natural es tanto el español, como el catalán. Lo explicó muy correctamente, en Cataluña unos hablan en castellano, otros contestan en catalán o al revés y no pasa nada. Pues eso, no pasa nada porque usted hable español, lo conozca a la perfección y haya estudiado en ese idioma. ¿Por qué el catalán es su idioma y el español no? 

La gente tiene el derecho a hablar y a comunicarse con su vecino o con cualquiera, como prefiera. La libertad de expresión de cada individuo empieza por utilizar el idioma que elija, el que se le antoje; y si no le entienden ese es otro problema. Pero utilizar el idioma que elija, no se lo puede prohibir nadie. Nos quedamos muy tranquilos cuando el Sr. Mas dijo, como gran descubrimiento, que no tengamos miedo a la obligación de rotular en catalán en los comercios, ni a que les pongan multas, que la cosa no es para tanto, y la prueba es que El Corte Inglés, allí se sigue llamando El Corte Inglés, como en toda España y parte del extranjero. Pero no se atrevió a negar las multas que imponen a los comercios y aún menos a criticarlas. 

Hay más enemigos conocidos. El lector los conoce. Son los que nos quieren mal, los que no quieren que progresemos. Pero progresaremos, mal que les pese. Pero que no vengan soplando gaitas. Son enemigos de Castellón y no les vamos a dar el gusto de disimular. Para disimular ya tienen a Arriola y sus discípulos, que así les va. 

21 de septiembre de 2010, Diario "Mediterráneo".

2 x 3. PERDER EL COMPÁS

A veces venían buques de la Armada al Puerto de Castellón. Por la tarde, el Casino ofrecía a los oficiales un baile en el  Salón de los Espejos del primer piso. Recuerdo a aquellos oficiales por lo general bajitos. Cuando sacaban a bailar a la prima de Manolo, que era encantadora y bailaba maravillosamente, ella se entusiasmaba y luego me decía, por fin he podido bailar y mirar por encima del hombro de mi pareja. Me gustaba bailar con ella, sin perder el compás, no sea que dieras un pisotón o te lo dieran. 

Zapatero, en política exterior, como en todo lo que hace, tiene ideas fijas y las sigue con tuzudez. Sus aliados de las civilizaciones son pocos y encima no se entienden. Como en aquellos bailes, Zapatero ha perdido el paso y menudos pisotones ha propinado a los españoles. La marca Al Qaeda del Norte de Africa nos ha devuelto dos españoles vivos, después de varios meses de cautiverio. Los habían secuestrado mientras hacían turismo en una caravana de aprovisionamiento a ONGs. Es la afición de moda, jugar a misioneros, tras el ejemplo de Angelina Jolie, George Clooney y otros famososos supermillonarios. Las diferencias son grandes. Los misioneros y misioneras no cobran y asumen los riesgos. Cuando hay peligro se quedan con los nativos, no salen por piernas, ni les paga nadie el rescate. 

Dos días después, la misma Al Qaeda, en Afganistan, nos “entregó” tres españoles muertos. Dos guardias civiles y un traductor del ejército. Cambiamos dos vivos por tres muertos y tuvimos que pagar ocho millones de euros y liberar al secuestrador que se paseó en jeep con los jóvenes catalanes. Se les veía como de excursión, tan dicharacheros los tres. Estos negocios de ZP resultan ruinosos, por dos españoles vivos, bienvenidos sean, nos entregan tres españoles muertos. Además hay que pagarles y liberar al secuestrador. A esto Zapatero le llama “diplomacia”. No sabe lo que es diplomacia, ni lo que es vergüenza torera. No se puede hacer negocios con terroristas. Este Presidente, no olvidemos que llegó a lomos de tres trenes reventados no se sabe aún por quién pero atufando a moro, dice que aplica una diplomacia firme al Reino de Marruecos. A los pocos días de habernos puesto colorados en la frontera de Melilla, insultando a mujeres policías, por las que cualquier español debe dar la cara si tiene lo que hay que tener, sus policías han propinado una paliza brutal a los españoles que reclaman, en el Aaiún, “Sahara libre”. De diplomacia nada,  solo mira para otro lado. ¡Qué le debe el sátrapa moro! 

Ahora está empeñado en sacar adelante los próximos Presupuestos Generales. El PNV está dispuesto a ayudarle con sus 6 votos, pero a cambio pide nuevas transferencias, que ZP está dipuesto a conceder, pasándose por alto al Lehendakari. Patxi López dice que las transferencias las ha de firmar él, no el PNV que está en la oposición. A Patxi le traicionará como ha hecho con tantos. Los nacionalistas buscan volver al poder y para eso hay que romper el pacto del PSOE con el PP Vasco. Por debajo de la mesa piden más. Quieren a Batasuna en las elecciones. Vemos que acercan presos al País Vasco, liberan a terroristas, les conceden privilegios a los encarcelados y se suprimen escoltas a personalidades, porque se espera otra tregua-trampa. Lo ha dicho ZP, está dispuesto a todo para contentar a los catalanes, ciscándose en el Tribunal Constitucional y en la Constitución. Y está dispuesto a pactar con el entorno de ETA para contentar al PNV y conseguir su apoyo a los Presupuestos. ¡Que no inventará y hará para tratar de ganar las elecciones generales! “Cosas veredes, Sancho, que non crederes”. Como no sigue el compás nos dará un pisitón donde más nos duela. Como suele.

7 de setiembre de 2010, Diario "Mediterráneo". 

EL HOMBRE TRANQUILO

Hace 200 y pico años, el Rey permitió a Napoleón que ocupara España. Se alzó el pueblo de Madrid, el Alcalde de Móstoles, el Palleter en Valencia y otros muchos héroes populares y militares de no alto rango. Pidieron ayuda a los ingleses, al mando de Wellington, para que les ayudase a derrotar a los franceses. Volvió Fernando VII, el Deseado, anuló la Constitución de Cádiz y fue tan odiado que tuvieron que venir 100.000 soldados franceses, los Hijos de San Luis, a mantenerlo en el trono. Cuando ya le apodaban el Rey Felón. Desde entonces nuestras milicias han formado en dos bandos y uno ha luchado contra el otro. Nuestros generales, esos que dan nombre a muchas de las calles y plazas de ciudades y pueblos de toda la geografía española, ganaron su batalla luchando contra españoles. Esto ha seguido así hasta el fallecimiento del General Franco. Tuvimos un Imperio donde no se ponía el sol, nuestros soldados siempre ganaban y unos puñados de hombres conquistaban países enteros, los civilizaban, cristianizaban y les daban nuestra lengua, en América y otras partes del mundo. Todo eso terminó en el año 1.898. La generación de ese año vio perder las últimas colonias en Cuba y Filipinas. Aún quedó España enredada en una guerra en Marruecos, que si en un momento pareció dominada, posteriormente, mientras agonizaba el último Dictador, el Rey moro nos montó la Marcha Verde e hicimos el habitual ridículo de los últimos siglos. 

Al alborear el siglo XX, aquel proyecto común de todos los españoles, que venía engarzado en el Imperio Español, se desmembró también anímicamente. Unos catalanes se inventaron una historia irreal y hablaron de independencia, los vascos copiaron de ellos y luego los gallegos. Ahora nos encontramos, después de una generosa transición democrática, que en Madrid estamos gobernados por un Partido, que hay otro en la oposición y en los extraradios suelen mandar los reyezuelos de las 16 taifas autonómicas. Todos ellos personajillos que no se han planteado nunca cuál es el bien de España o de los españoles, sino únicamente cómo llegar al poder, cómo conseguir más poder e incluso, algunos, cómo independizarse. 

Muchos pensaban que el sentimiento de ser español ya no existía. Un día 23 muchachos al mando de un hombre tranquilo, que durante años los ha seleccionado, entrenado e incluso educado, que juegan de memoria y practican el mejor fútbol, han ganado la Copa del Mundo. Jóvenes y viejos han salido todos a la calle, hombres y mujeres, con su camiseta roja y envueltos o agitando la bandera rojigualda. Además de oirse “oé”, “campeones” y “a por ellos”, prevalece un grito nuevo “yo soy español, español, español”. Esa necesidad de sentirse ligados a la patria y orgullosos de lo que ha hecho la selección española de fútbol, no se puede contener en los corazones y se ha exteriorizado en Madrid, en Andalucía, en Cataluña, en el País Vasco, en cualquier ciudad de las autonomías españolas. Es un sentimiento nacional que no tiene nada que ver con las marrullerias del señor de la Moncloa, ni con la empalagosa prudencia del señor que sueña con llegar a ella, ni con los ínfames mercachifles que dirijen la política catalana y los que han dirigido alguna otra autonomía del extrarradio. 

El diagnóstico es sencillo, no se trata del fútbol, ni que la política no interese a la gente. A la gente, le entusiasmaria que aparezca un hombre tranquilo, como lo es Vicente Del Bosque, que elabore un plan para que España vuelva a ocupar su puesto en el conjunto de las naciones, como potencia respetada, dentro de nuestras limitaciones geográficas y de habitantes. Un plan donde se elija a unos gobernantes para dirigir el juego de todos los españoles, sin jugadas sucias, sin patadas, sin zancadillas, sin mentir nunca. Entonces, cuando los españoles veamos que alguien tiene un plan y nos explique a dónde vamos, a dónde nos conduce ese Plan, qué “copa del mundo” vamos a conseguir. Cuando veamos que eligen a los mejores, con independencia de su procedencia, de su altura, de su habla materna y de quien es su amigo; y que son capaces y están, día a día, trabajando por el país, coordinamente, de memoria, entonces los españoles volverán a confiar en sus gobernantes, en ese hombre tranquilo que pueda dirigir el país y en ese Plan que pueda hacer de España otra vez una nación importante y respetada.

27 de julio de 2010, Diario "Mediterráneo".

EN CAÍDA LIBRE

           España ha perdido la soberanía económica. Las naciones que nos mandan, porque les debemos dinero, han exigido a Zapatero una reforma laboral que durante años se ha negado a hacer. El Vicepresidente Cuarto del Gobierno, así llaman a Manuel Chaves el de UGT, en alianza con CCOO, se lo impedía. Estos Sindicatos, esquiroles pagados por el Gobierno, tienen tanta fuerza que toda la política de ZP ha estado, durante seis años, supeditada a ellos, para que no le montaran una huelga general. A cambio de su silencio les han regalado dinero a mansalva. No es extraño ver  a Chaves y a Toxo, mano a mano, comer en el Hotel Villamagna de Madrid, mientras hay cinco millones de parados, de los cuales dos millones ya no cobran  paro, y muchos pensionistas han de comer de caridad en los comedores de las Órdenes Religiosas o de Cáritas. De la inacción ante lo que pasa han sido tan culpables los Sindicatos como el Gobierno. Ha habido una conversación privada entre Zapatero y Chaves, el jueves anterior a la Reforma Laboral, para llegar a un pasteleo. La Reforma no tocará los puntos que sirven de fuente de ingresos a los Sindicatos, ni los que puedan restarles poder. Sólo reformará en apariencia, sin llegar a fondo en los temas importantes, a cambio la huelga sindical se aleja, será para el otoño, para que coincida con otros movimientos europeos y así disimular. 

            Los Sindicatos no representan a nadie, como se vio en la huelga de funcionarios, que fue un fracaso a nivel nacional. Los empresarios están presididos por quien no sabe manejar sus empresas y las lleva a la ruina. No se podía esperar otra cosa sino el fracaso de tanta reunión entre aquellos, éstos y el Gobierno. Ahora no hay más remedio que remangarse, hacer una reforma laboral por Decreto-Ley, inconstitucional, como ya sentenció el T.C. al Decretazo de Aznar por que este tema debe  tramitarse por medio de una ley con su trámite parlamentario. El “decretazo nulo” de Zapatero, se pudo presentar a Europa el día 17, para que le examinen. Luego como Proposición de Ley irá al Parlamento para que los grupos políticos lo puedan devolver al Gobierno o modificarlo incluso totalmente. Nadie sabe en qué quedará. Dicen que entró en vigor el mismo día 17, tras su publicación en el BOE, pero es nulo y la Ley podría dejarlo en nada o cambiarlo de arriba abajo. Las trazas no son buenas. Duran i Lleida ha dicho que es un “churro” y todos están de acuerdo en que no creará empleo. El PP, si ve que no lo crea no lo apoyará. Estamos acostumbrados a las imposiciones de Zapatero, como la noche que se sacó el Estatut de la manga, olvidándose de la Constitución. Él confía en algo parecido, pero la baraka le abandonó hace tiempo. Ya nadie le cree, ni le respeta, y así se lo dicen los mandatarios europeos a Rajoy, a quien le preguntan cuándo habrá elecciones. No obstante, CIU lo apoyará, pues si cae el Gobierno y hay elecciones no le convienen que se celebren antes de las catalanas, que según las encuestas van a ganar. Estos independentistas  nunca miran por el bien de todos, sólo por su partido sanguinario, acostumbrado a sangrar el dineros de todos los españoles. 

          Ante este panorama y el anuncio de la subida de los Impuestos, nada menos que un 25% de las rentas del capital y hasta un 50% en las cuotas más altas del IRPF, los inversores extranjeros y los españoles que tienen capital en España, se lo están llevando. A alguno que lo tenía en negro lo han pillado en el Aeropuerto del Prat con sus billetes. En la Aduana de Andorra antes no miraban a los que iben, sólo a la vuelta por si se habían pasado en las compras. Ahora, al revés, a los que van les cachean y registran los coches como si buscaran drogas. 

          Zapatero no quiere renunciar a sus ideas socialistas, y entre ellas, a las que pregonaba Lord Keynes. Pero este economista pasó a la historia, está superado y reflotar una nación no se hace con sus recetas, sino con las que aplicó la escuela de Chicago, que al fin y al cabo no era más que la Escuela de Salamanca, aquélla que en el Siglo XVI crearon nuestros grandes pensadores y hoy, con lenguaje más moderno, es la que inspira a los grandes economistas, muchos Premios Nóbel de Economía, que rinden tributo a Francisco de Vitoria, Martín de Azpilicueta, Domingo de Soto, Diego Covarrubias y otros muchos. 

          Se ha demostrado hasta la saciedad que el aumento de los impuestos lo que produce es más paro, huida de capitales y menos recaudación, porque la gente desanimada con tan altos impuestos no trabaja y cierra empresas. A la vista de que el Estado se lleva la mayoría de lo que ganas y de lo que tienes, deciden dar carpetazo, esconder su dinero y esperar nuevos tiempos. Sin embargo, como demostró Aznar, al que tanto odian, cuando se bajan los impuestos la recaudación sube y se crean puestos de trabajo. No solamente lo vivimos hace unos años, también lo ha puesto en práctica Esperanza Aguirre en Madrid y ha subido la recaudación. 

          Zapatero no sabe que las leyes económicas no dependen de ideologías. La economía funciona, en virtud de unas leyes propias y al que las acata le va bien, y al que no, se estrella. No se trata de acomodar la economía a las ideas políticas de cada uno y a los ideales en que uno cree. No, la economía es independiente, tiene unas leyes fijas, como las físicas, como las que rigen el firmamento y las estrellas, y el que no quiera entender que las leyes económicas hay que respetarlas, sea liberal, sea socialista, sea lo que sea, se estrellará. Son leyes implacables como dice Juan Velarde Fuertes. “Desconocerlas sólo nos lleva a caer en el vacío, a veces desde lo alto de una torre”, escribí en un artículo publicado el 1 de julio de 2008. Así ha sido. Estamos en caída libre. Zapatero y sus Sindicatos son incapaces de remediarlo. Pero los independentistas de CIU por egoísmo lo van a mantener unos meses más. Desaparecieron los caciques que compraban, en el siglo XIX  y a principios del XX, el voto por un duro, pero el duro salía del bolsillo del cacique. Ahora Zapatero compra voluntades, votos en las Cortes, pero lo paga, no de su bolsillo, sino del dinero del Presupuesto que es todos los españoles. Nos mete la mano en nuestro bolsillo.

          Julio 2010, Renou. 

EL CARAMELO ENVENENADO

El Presidente cayó sobre la lona. Le contaron hasta diez y no se levantó. Allí está con el tripartito catalán, que le ha ayudado a destrozar España. Se lo llevaron como un paquete y anda por ahí, noquedo como un zombi. Ha decidido prorrogar un mes el plazo para que sindicatos y patronos hagan la reforma laboral. Pero como Meckel y Sarkozy le examinan el 17 de junio y aprietan, el Gobierno hará la reforma el día 16. María Teresa Fernández de la Vega asusta cuando dice que no se van porque tienen que terminar la faena. No piensan dejar ni los cascotes. 

Los militares sufren estrés porque la nueva Ley Militar de la Chacón, no asegura los ascensos. Resulta muy duro luchar por una bandera que no se respeta y morir por una Patria de la cual muchos reniegan. El Jefe del Estado Mayor dice que los españoles saben que se defiende su libertad en los lejanos países donde ellos luchan ¡Ya reconocen que están en guerra! Cuando un militar se juega la vida, no se le puede decir que está en una ONG. La Chacón aterrizó en avión privado, con un séquito de 15 miembros, en el aeropuerto de Granada, tomado por policias, guardias civiles y militares. Al pie del avión le esperaba un coche, se subió y desapareció. Los granadinos están indignados. La Reina va a Granada en avión de línea regular y cuando llega se acerca a la terminal a saludar a los obreros del aeropuerto. Claro que la Reina es una dama y la Chacón una independentista catalana, que haciéndole coro a Rubial, se cagaba en la puta España. Con una Ministra así, la depresión de los militares está justificada.  En Badajoz el día de las Fuerzas Armadas la abuchearon. 

A Rajoy le dejan un caramelo envenenado. Conquistará la Moncloa, que le ha costado lo suyo, pero tendrá que realizar en cuatro años un trabajo de titanes. Hay que proteger a la familia, no sólo del aborto. A los jueces para que no dependan de los políticos. Negociar con la Comunidad Europea como antes, con seriedad y firmeza y no perder todas las ventajas que se han esfumado en estos últimos seis años. Transformar los sindicatos verticales que soportamos, por unos demócratas. Organizar el mercado financiero. Volver a la unidad de mercado. Poner en marcha el PHN. Poner orden en la Educación para que sea igual en todas las Autonomías. Poder estudiar en español, sin trabas. Recomponer las relaciones internacionales, alejándonos de tiranos y fantoches. Poner las condiciones para crear empleo. Impuestos bajos e incentivos, que no es lo mismo que subvenciones. Y otras muchas cosas. Por ejemplo, acabar con el exagerado número de coches oficiales con chófer y escoltas permanentes, en tres turnos, con dietas y lo que haga falta. Monteserrín, Alcalde de la capital de provincia con más parados, envió su coche oficial a Barcelona, con chófer y escoltas, para que le recogiera en El Prat y le llevase al Camp Nou, a ver al Sevilla en la final de la Copa del Rey. 

Los agroreros anuncian que cuando venga el PP no mejorarán las cosas. Olvidan que cuando nuestros acreedores internacionales vean gobernando a una persona seria, de palabra, el crédito de España subirá a cotas altas, porque lo que prometan lo cumplirán. Esa es la primera cualidad que se pide a un político, que lo que diga sea serio, que no mienta, que no diga una cosa y a la media hora lo contrario. De Nixon decían que nadie le compraría un coche de segunda mano. Era de poco fiar. Al final lo echaron. A Rodríguez Zapatero, no se le puede comprar ni un patinete, seguro que engañará al niño que se lo compre. 

Rajoy lo tendrá difícil. Pero es cuestión de ponerse a trabajar con seriedad y método. El PP sabe lo que hay que hacer para salir de la crisis y crear puestos de trabajo. No es imposible. El caramelo envenena a los que chupan del poder en interés propio o partidista, no a los que trabajan por España.

8 de junio de 2010, Diario "Mediterráneo".