Mirando la cara de Dios
Recorría su enorme palacio y un día vio, desde una ventana de la parte de atrás, que no había nada. Lo pensó, lo creó y lo mantiene con su sola voluntad. Dios es omnisciente y no puede volverse atrás de sus deseos. Desde aquel momento y durante toda la eternidad lo contempla, como en una película cuyos fotogramas los viera todos de una vez, como nosotros de un solo vistazo vemos una tira cómica del periódico. Ve la explosión que produjo su deseo, fue como una gran palmada, y ve que salió de sus manos una enorme nube, como si hubiera tenido las manos metidas en harina; y ve esa nube avanzando por aquel espacio vacío, que vio desde la ventana trasera de su palacio. La nube va expandiéndose, alejándose por su extremo más lejano a la ventana, mezclada con la energía que se escapó de sus manos al dar la palmada. Al cabo de un buen rato el polvo de harina se fue pegando a los diminutos pedazos de trigo que había entre la harina, pues no había sido molida tan finamente como cuando tu mamá hace pasteles. Pasado un tiempo llovió y el polvo se fijó en las tocitos de trigo y las nubes de polvo se hicieron transparentes, como si hubieran desaparecido. Algunos trocitos de trigo, arropados por la harina pegada, explotaron, se incendiaron y lucen como estrellas y soles. Al lado de cada estrella y cada sol se calientan otros granos, también envueltos en harina pero mucho más pequeños, muy duros, que giran alrededor de los soles alejándose y acercándose para que haya veranos e inviernos, otoños y primaveras. Unos cuantos soles, en realidad muchos, forman una galaxia y hay muchas, por eso en cualquier punto del universo siempre están naciendo flores. En uno de los planetas hay niños, como tu, y amiguitos y papas y ayos. Es el planeta Tierra.
Así le explicaba a mi nieto que es el Big Bang, Cómo se creó el universo. Así lo han demostrado George F. Smoot y John C. Mather, que han logrado este año el Premio Nobel de Física, basándose en los datos aportados en el experimento llevado a cabo por el satélite COBE lanzado en 1989 y ratificados por el WMAP en 2001, ambos de la NASA. Smoot ha dicho Lo que hemos encontrado es la prueba del origen del Universo. Es como mirar la cara de Dios.
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