El circo
El malabarismo, la acrobacia y otras prácticas corpor¡ales son anteriores al concepto de circo. En la tumba del egipcio Ben Hassan un grafiti nos muestra la práctica de acrobacias hace 4040 años. Hace 3000 malabaristas y acróbatas viajaban juntos por la China y de lo mismo había en Mesopotamia. En grecia los gladiadores exhibían su destreza. En el Pacífico Sur, en las Islas Tonga las niñas, con trascendencia para su futuro matrimonio, hacían malabarismo co las tui tui, unas nueces grandes. Los ronanos construyeron por todo el Imperio espectaculares circus, donde se desarrollaban batallas navales, carreras de carros de caballos y desafíos entre gladiadores o entre ellos y fieras. También lo utilizaron para matar cristianos. Poco a poco, desaparece el circo casi hasta el comienzo del segundo milenio, cuando malabaristas y acróbatas siguen rutas y aparecen en las fiestas de los pueblos hasta la llegada del Renacimiento donde se les encuntra en pueblos, caminos y ciudades formando troupes de saltimbanquis introduciendo la música en sus espectáculos.
Recuerdo, siendo niño, a los zíngaros apareciendo por el pueblo con su cabra a la que hacían subir a un delgado trípode terminado en una plataforma más pequeña que un duro de plata de los de antes de 1936. Unos años después coincidiendo, como ahora, con las fiestas de La Madalena y con la Feria de Todos Los Santos, llegaba al circo con payasos y animales domados.El primer circo moderno lo creo el sargento inglés de caballaría Philip Astley que aprendió a saltar sobre sus caballos cuando galopaban en cículo gracias a la fuerza centrífuga. A este número añadió saltimbanquis, acróbatas y equilibristas en su Royal Grove, cerca de Londres en 1769. Poco a poco leones, tigres y elefantes se hicieron imprescindibles junto a malabaristas y payasos.
Guy Labiberté reunió un grupo de artistas callejeros de Quebec y en 1984 dió el primer espectáculo de El Circo Del Sol, sin animales, los artistas llevan vestidos extravagantes, las luces contribuyen a crear un mundo fantástico y la música oroginal trasporta al público a ese mundo de ilusión. Viaja por todo el mundo, ha estrenado 15 nuevas y originales puestas en escena, tiene 3000 empleados de todas las nacionalidades.
No por eso han desaparecido las jaulas de las fieras, que asustan a los espectadores cuando gruñen y amagan con sus garras. En realidad solo hacen lo que les manda el domador que a su vez obedece al dueño del circo.
Txapote le dijo al tribunal que aquello era un circo, mientras pataleaba en la jaula de cristal. Se equivocó. Él, desde que empezó en ETA , es parte del circo. No es un psicópata, porque no mata cuando siente un impulso irrefrenable, solo cuando se lo ordenan, aunque lo haga profesionalmente y con pleno placer. Es una hiena enjaulada que solo ataca cuando se lo manda el domador. Los malos, los peores son los que matan dando orden a sujetos -sin alma- como Txapote. El peor es el que dirige el circo.
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