« RICARDO CARRERAS | Main | DISCURSO PARA MUSA DE ONDA, 198¿ »
miércoles
mar142007

PALABRAS EN EL HOMENAJE A VICENTE FALIMIR

Con la venia. Señoras y Señores. Vicente:

Esa Cruz de Honor resplandece tanto por sí, como si quisiera deslucir tus brillos.

He venido a proclamar que no solo festejamos tu incorporación a la honrosa familia de San Raimundo, tal jurista como inquisidor, tan santo como predicador de la Cruzada para la Conquista de Mallorca.

Festejamos sobre todo la luz que aportas a dicha Orden. Tu pensamiento prudente y claro, tu corazón generoso, tu ánimo sereno y firme. Has quedado ligado a un honroso pasado jurídico y, por solidaridad con la Historia, tu único compromiso es con el futuro, con esa Justicia que se está empezando a dibujar hoy, y ha de ser el orgullo del año 2.000.

Han venido a honrarte los más altos Magistrados, gran número de Decanos de Ilustres Colegios, compañeros, familiares, amigos. Te ha impuesto ese magnífico collar nada menos que nuestro SuperDecano el Excmo. Pedrol Rius. Un catalán capaz de vender obediencia a los rebeldes del Campamento.

Cuando recuerdes este maravilloso momento, que no falte en tu memoria que me levanté solo como amigo. Como sincero, devoto y entrañable amigo. Apenas pase este momento volveremos a reemprender la lucha, no especialmente a favor de nuestra profesión, lo que sería solo gremialismo, sino en favor de la Justicia, esa que emana del pueblo como reconoce nuestra Constitución, para que la tenga como propia, no como alquimía extraña. Para que no haya que suplicarla, como si fuese la concesión de un privilegio o de una gracia emanada del Señor de vidas y haciendas. Para que sea dada naturalmente, como un derecho a exigir por cualquier ciudadano, rápida y eficazmente. Una Justicia acompasada con la vida para que deje de ser un arcano ininteligible para el ciudadano. Una Justicia que deje de ser temida, que el pueblo tenga puesta en ella su esperanza.

Es una lucha dura, pero con porvenir. Por eso, antes de acabar quiero recordar la despedida del Capitán. Nos cuenta el último Nobel Chileno, cómo e Capitán abandona dulces menesteres y le escribe a su amada sin tristeza, pues parte para reemprender la lucha:

Están firmes mis pies sobre la tierra,

mi mano escribe esta carta en el camino,

y en medio de la vida estaré

siempre

junto al amigo.

Enhorabuena, por este honor que recibes y reciben, en este alto en el camino.

Castellón, 25.06.83

Reader Comments

There are no comments for this journal entry. To create a new comment, use the form below.

PostPost a New Comment

Enter your information below to add a new comment.

My response is on my own website »
Author Email (optional):
Author URL (optional):
Post:
 
All HTML will be escaped. Hyperlinks will be created for URLs automatically.