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sábado
jul292006

La caída del Imperio Romano

     Dice uno de los historiadores más leído: “la crisis militar era resultado de la decadencia biológica, comenzó con el relajamiento de los vínculos familiares yalarico.jpg la difusión de las prácticas maltusianas y abortivas. Durante siglos fue ejemplo de integridad, valor y patriotismo, en suma de carácter, pero comenzó a dar señales de egoísmo y de vicio. El vacío material, consecuencia del moral, ocasionó que se infiltraran los extranjeros, a los que no se pudo absorber, refundiéndolos en una nueva y vital sociedad. Al final, ante la decrépita clase dirigente, que se entregó en manos de ostrogodos, vándalos y hunos, éstos acabaron con Roma”.

     Muchos han muerto, a través de la Historia, en nombre de la libertad, bien supremo del hombre. A veces es necesario. Quien deja que le arrebaten un pequeño trozo de libertad, acaba perdiéndola toda. Pero se confunde la libertad con “hacer lo que me de la gana”. La peor política del gobernante es consentir los caprichos de sus ciudadanos. Se oye que hay que legislar en determinado sentido, porque hay demanda social. Los homosexuales quieren adoptar niños y llamar matrimonio la unión de personas del mismo sexo, las mujeres abortar a capricho, los esposos divorciarse sin causa, freedom_from_want.jpgy, como hay demanda social, adelante. Si el gobernante no ha trazado líneas de conducta moral, sabe adonde tiene que ir, adonde llevar al ciudadano y cuáles los límites de actuación de éstos, que nadie se queje cuando nos pase como a Roma. Los chicos quieren más botellón, van a las 12 de la noche a la discoteca y vuelven a casa la tarde del domingo, es la demanda social, pero se puede corregir con ciertas medidas, tal vez eliminando las pastillas y otras drogas de las discotecas. Así las familias comerán los domingos todos juntos, en casa, en el campo o en la tasca de la esquina, pero juntos. No estamos creando un nuevo modelo de familia, estamos rompiendo la única que hay, la de siempre. Cuando se haya diluido, pasará como en Roma. Si no hubiera Religión, habría que inventarla, pues son necesarias las normas morales. No se puede dejar el Gobierno en manos de quien no las tiene, de quien alardea de no tener ninguna, de carecer de religión, o nos veremos en profunda decadencia y nuestra civilización se romperá para siempre.

     La Constitución Europea, por la cual abogan los dos grandes partidos, no soluciona este problema,bush 2.jpg y aunque aparentamos recomponerla, desaparecerá esta Europa configurada, más o menos, sobre el mapa de Roma. En su segunda toma de posesión, Bush ha hablado de libertad y puntualizado: “ese monumento al carácter se construye en las familias, lo apoyan las comunidades con las normas y lo sostiene nuestra vida nacional, con las verdades del Sinaí, del sermón del Monte, las palabras del Corán y los diversos credos de nuestro pueblo”. No podemos competir con USA, que mira, a través del Pacífico, a los grandes poderes emergentes de China e India y empieza a olvidarse de la vieja Europa, que en el último siglo no fue capaz de salvarse con sus propios soldados y ahora, salvo Inglaterra en su medida, wojtyla 5.jpgno encuentra en los europeos la voluntad y el sacrificio necesario, personal y económico, para mantener un ejército capaz de defenderse de cualquier posible ataque y de hacerse respetar en el mundo. Los gobernantes deben tener muy claro cuáles son las normas morales que deben regir al pueblo, cuáles los límites de los caprichos sociales, pues no se puede, ni se debe atender a todos. Antes del interés particular de los grupúsculos, está el de la nación y es fundamental defender la familia, base de la sociedad. Un país no puede estar en manos de cerolos, carodes, ibarretxes y demás mendigantes de sus caprichos. Una cosa es respetar los derechos de las minorías y otra generalizar los caprichos de cualquiera, en perjuicio de lo esencial, la patria, la educación, la familia. El Papa no es un metomentodo, ha enseñado, con sus recientes palabras, la dirección adecuada.

1 de febrero de 2.005, Diario "El Mediterraneo".

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