Pon en mi cruz unas flores

     Todo empezó en 2.001, defenestraron a Redondo Terreros y, cuando un petrolero extranjero se partió en dos, salieron con pancartas y luego más pancartas, porque se ayudaba a Iraq en la postguerra. Explotaron unos trenes en Madrid el 11-M, en lo que tuvo mucho que ver una familia siria. Maussili Kalaji, terrorista de Al Fabah, experto en explosivos, pidió asilo en 1981 y a los tres años obtuvo la nacionalidad española por los servicios prestados, con solo 25 años. En 1989 es Policía Nacional y lo destinan a la Unidad Central de Información Exterior; domina células islamistas en las que tenía infiltrados e informó a sus superiores antes, durante y después de la masacre, sin ningún éxito. Llevó a los geos a la casa de Leganés donde murió uno de ellos, siete islamistas y reventó un edificio. Conocía a la mayoría de ellos y es muy amigo de Abu Dahdah, enjuiciado por los atentados de Nueva York y Washington. Su hermana Lina es traductora de escuchas telefónicas de la Comisaría General de Información desde 1989 y también avisó que el Tunecino podía estar preparando una acción violenta. Tampoco tuvo éxito. Marisol, ex-esposa, fue de las primeras policías que abrieron la furgoneta Kangoo, donde estaba la cinta del Corán. Asunto aclarado ¡terroristas islámicos! En la tienda de Maussili liberaron los móviles, es decir, los manipularon para poderlos usar como detonadores. La mochila que determinó la autoría del terrorismo islámico, no podía explotar, ni tenía conexión con las que si explotaron, apareció en una Comisaría sin saber cómo. El Juez del Olmo duda que los explosivos de las mochilas reventaran los trenes como si fueran latas de tomate. La Comisión Parlamentaria y el Gobierno no quieren saber nada.

     Manejados adecuadamente los días 12 y 13, tras la masacre cambió el Gobierno que, apenas puso pie en la Moncloa, retiró las tropas de Iraq. Nombró a Peces Barba, ex-defensor de etarras, para que advirtiera a las Víctimas del Terrorismo que hay que ceder; y a Pilar Manjón, la manipuladora, para que dirigiera una pequeña asociación de víctimas del 11-M, así ZP alardea de protección a las víctimas y ningunea a la AVT, que reúne la gran mayoría. Ha dejado sin efecto las leyes que imponían penas por convocar referendos ilegales e impedían abastecer de dinero público a Batasuna. Los nuevos batasunos, Comunistas de las Tierras Vascas, colapsan la elección de Presidente del Parlamento Vasco, demostrando ser árbitros donde no debían estar. Bambi ha obtenido permiso parlamentario para talantear con ETA, que insiste en sus chantajes a empresarios y sus bombas ¡estos días cuatro! Los presos etarras quieren estar en la mesa de negociaciones y Batasuna exige que se la legalice, dejar de perseguir a ETA y suspender la tramitación de los juicios penales contra ellos.

     Pilar Ruiz Albisu, madre del último socialista asesinado, Joxeba Pagazaurtundúa, ha escrito a Patxi López. “Es la dignidad de los muertos inocentes lo que está en juego y la dignidad de la sociedad”. “He pensado en el sueño de poder llorar a los muertos por haber rendido a ETA”. “Has puesto en un lado de la balanza la vida y la dignidad y en el otro el poder y el interés del Partido”. “Harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son”. ERC ha celebrado que ZP se incorpore al Club de Perignan, traicionando a los muertos, como dicen Rajoy y las Víctimas del Terrorismo. Muchos más de diez millones de españoles no quieren estar en el Club de Carod Rovira, ni una paz infamante. Sentarse con los terroristas es una debilidad imperdonable. Ahora que vuelven las canciones de Lola Flores en versión de su hija Lolita, al grito de tanto muerto que clama por la dignidad y la justicia, los que creen en el significado de esas palabras y respetan a las víctimas, como dice la canción, ponen en su “cruz unas flores” y luchan contra la ignominia.

24 de mayo del 2005, Diario "El Mediterraneo".