La bisagra
lunes, enero 22, 2007 
Pericles, 469-429 a.J., mandó construir sobre la Acrópolis, el Parthenón con mármol pentélico para acoger a la diosa Atenea, una escultura de marfil de 12 metros de altura, recubierta con 1.200 kg. de oro, esculpida por Fidias. Sus columnas, rodeando sus cuatro fachadas, están colocadas con distintas separaciones, abombadas por el centro y en su base, como el frontón, están arqueadas. Con ello se consigue el efecto óptico de que parezcan iguales y bien alineadas. Es una de las más perfectas obras de arquitectura. Ocupado por los turcos en 1687 y convertido en polvorín, poco después fue volado. Pericles ocupó el poder en Atenas a los 39 años, extendió la democracia con su oratoria accesible al ciudadano y convincente, defendiendo siempre la verdad y no temiendo las críticas de aquéllos a quienes acusaba. Es el prototipo de gobernante democrático. Con el levantamiento militar de Cromwell en 1642, se inició un largo periodo hasta nuestros días, de luchas y conquista de los derechos para los ciudadanos. En Inglaterra la democracia parece natural, como el césped de sus praderas, porque lleva siglos cultivándose. España se dio su primera Constitución en 1812 y, tras periodos oscuros, guerras continuas y ensayos de democracia infructíferos, por fin, 166 años más tarde, consiguió una Constitución Democrática, que nos protege desde hace 27 años y nos permite vivir en libertad. Pero la democracia no es un sistema perfecto, “es el peor de todos los sistemas de gobierno”, como dice Winston Churchill, “excepto todos los demás”.
Augustu Tecu ha creado el PIR, partido independiente rumano, que agrupará a algunos de ese gran colectivo de descendientes de la cultura romana y cristiana, buenos trabajadores, bien integrados, que han venido a llenar un importante vacío en nuestra sociedad. Como otros partidos minoritarios, está agazapado a ver si logra una o dos concejalias; y, con suerte, es necesario para actuar de bisagra, con uno de los grandes partidos que lo necesite para alcanzar mayoría, y así tocar poder. Se debe respetar a las minorias, pero éstas no pueden imponer a aquéllas cómo gobernar. Está en contra de la esencia de la democracia, debe gobernar quien más votos obtenga. De lo contrario sucede como en Cataluña, el partido más votado está en la oposición y dos pequeños partidos dan la mayoría al PSC, que perdió las elecciones. Este sistema electoral trajo graves desastres en Italia y en Francia, como hoy los padece nuestro país. De Gaulle enseñó el camino, impuso la segunda vuelta en las elecciones, desde entonces gobierna el que más votos saca, sin quedar esclavo de caprichos de los partidos bisagra, que hoy en Francia sería, nada menos, la extrema derecha de Le Pen. Las bisagras, en realidad, suelen ser personajes aldeanos desgajados de los grandes partidos, que no reprimen su egolatría o defienden intereses privados. En esta legislatura, en Nules, a la sombra del PP y del PSOE han aparecido dos grupos personalistas que han hecho ingobernable su Ayuntamiento. Tal vez, el pueblo, haya aprendido la lección y arrincone a los culpables en las próximas elecciones. En algunos municipios hay más personalismos que tabernas, incluso dentro de los partidos grandes. En uno de ellos hay un minipartido conservador que va a su aire y pone la bisagra a izquierda o derecha ¡da igual! con tal de tocar poder o incluso mandar. Urge imponer en las elecciones la segunda vuelta o estaremos siempre a merced de políticos aldeanos, que normalmente no miran por el bien general.
16 de enero de 2007, Diario "Mediterráneo".
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