DOS HOMBRES DE ACTUALIDAD


De 1.932 a 1.935 tuvo lugar unas de las guerras más cruentas del siglo XX, entre Paraguay y Bolivia, pretendiendo ambos países incorporar a sus fronteras el Gran Chaco, donde se pensaba que habría petróleo. Solamente había arena. Tanto el uno, como el otro, se endeudaron comprando toda clase de armas, desde aviones a barcos de guerra, pues aunque ninguno tiene salida al mar, luchaban también en ríos navegables. Las adquirían en el mercado negro, ya que las naciones habían decretado el embargo de armas sobre ambos países. Paraguay, que se quedó con gran parte de la arena del Chaco, se hundió económicamente y sufrió enormes pérdidas humanas. En ciertas zonas sólo había niños, desde recién nacidos hasta 15 años, y hombres de 60 años en adelante. Los aptos para la reproducción tocaron a quince mujeres fértiles cada uno. Así se estableció para poder repoblar aquellas zonas. En medio de tanta pobreza, miseria y muerte, tras varios golpes militares, se impuso la dictadura en 1.954 del General Strossner, por fin depuesto en 1.989, aunque siguió en el poder el Partido Colorado, que gobierna Paraguay desde 1.887 y se ha caracterizado por su severo conservadurismo y gran corrupción.
Más de 21 asociaciones y plataformas formadas para acabar contra la corrupción del Partido Colorado, han ido agrupándose entorno a Fernando Lugo, misionero, universitario y obispo de la diócesis de San Pedro, hasta que en 2.004 Juan Pablo II lo retiró del obispado. En 2.006 Fernando renunció a su condición sacerdotal para entrar de lleno en política. Al frente de la “Alianza Patriótica para el Cambio” ha sido elegido Presidente de la República. Es un hombre creyente, cercano a la “teología de la liberación”, elegido para ayudar a los más pobres, aunque haya tenido que colgar sus hábitos. Abre una nueva etapa en Paraguay y se espera de que se implante una democracia real, que ayude al pueblo a salir de la indigencia.
Dejando a un lado a nuestro nuevo gobierno, apenas estrenado con unas fotografías de la pacifista Ministra de Defensa y el trasvase del Ebro a Barcelona, reconocimiento de otro gran fracaso de la política de los últimos cuatro años; y dejando de otro lado la gran catarsis del Partido Popular, mangoneado por Rajoy, más preocupado por ganar de manera abrumadora el Congreso de Junio, que por hacer una efectiva oposición, que sus votantes se lo tendrán en cuenta; la actualidad está en hombres como Lago y Carlos Ruiz Zafont. Éste ha anunciado una trilogía, convirtiendo su anterior novela: “La Sombra del Viento” en la segunda parte y dándonos ahora la primera, con el titulo de “El Juego del Ángel”. Están escritos con buena técnica y en un lenguaje suelto, de fácil lectura. Las descripciones son acertadas, las historias están bien enlazadas. Las líneas argumentales de ambas convergen en la familia Sempere, dueña de la librería de viejo donde David se entusiasmó con la lectura y encontró verdadero afecto y amistad. Allí se ha criado su último descendiente, Daniel, protagonista de “La Sombra del Viento”. En “El Juego del Ángel” hay una línea de personajes reales, exactos, con sentimientos positivos para David; otra criminal/policíaca que le persigue e involucra; y otra fantástica a cargo de Andrea Corelli, el Ángel indefinido. El amor arrebatado y trágico de Cristina y el amor sereno y equilibrado de Isabella, la madre de Daniel. Todos metidos en el juego del laberinto del “Cementerio de los Libros Olvidados”.
La vida, incluso en las novelas, siempre es más apasionada, leal, trágica, dulce y real, que los políticos, que siempre están en Babia, alejados de la existencia de sus votantes, que mansamente pagan sus sueldos.